Gerente del Acueducto de Popayán: propaganda pagada, números rojos y un servicio al borde del abismo
Mientras algunos medios locales repiten la propaganda financiada con recursos públicos y locutores a sueldo elogian una supuesta gestión ejemplar, queremos creer que lo hacen más por desconocimiento técnico que por mala fe, quizá por falta de formación académica o capacidad de análisis.

Sin embargo, las cifras oficiales revelan otra realidad: la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Popayán (AAPSA) atraviesa su peor crisis financiera en una década. Lejos de enfrentarla con responsabilidad, el gerente parece más empeñado en maquillarla con propaganda pagada por los mismos usuarios que hoy padecen un servicio en declive.
📉 Las cifras que desmontan el discurso
Los números no mienten:
- Utilidad neta desplomada: aunque la empresa registró ingresos por $57.248 millones, la utilidad cayó 60 %, quedando en apenas $548 millones.
- Liquidez en estado crítico: la razón corriente pasó de 1,29× a 1,04×, reflejando riesgo de iliquidez.
- Deuda inmediata disparada: las obligaciones bancarias de corto plazo crecieron un 52,8 % (más de $2.000 millones).
- EBITDA inflado: se duplicaron las depreciaciones como “costos no efectivos” para mostrar un EBITDA ficticio de $12.874 millones.
- Caída en calificación crediticia: la firma BRC Ratings bajó la calificación de BBB+ a BBB por “presiones de liquidez y márgenes débiles”. Este hecho fue omitido por el gerente en sus intervenciones públicas.
👉 Ver también: ¿Acueducto de Popayán al borde del colapso financiero? El gerente del Acueducto parece decidido a lograrlo
📉 Más burocracia, menos inversión
Mientras el gerente sostiene su relato con entrevistas complacientes:
- La nómina creció un 20 %, los gastos administrativos un 22 % y la cartera morosa en $117 millones.
- $46.000 millones destinados a la PTAR y al proyecto Comuna 2 siguen congelados, sin que la gerencia haya presentado un solo nuevo proyecto en 2024.
El gerente contrató “voceros externos” para presentar como logro el pago de $6.145 millones a la banca, cuando este pago ya estaba programado desde el Acuerdo 010 de diciembre de 2023.
⚠️ Mientras tanto, el 48 % del agua captada y bombeada se pierde, pero los recursos se destinan a propaganda. Es decir, los payaneses pagamos por el silencio mediático sobre la crisis real.
❓ ¿A quién beneficia la desinformación?
Popayán merece saber:
- ¿Por qué se aplicaron dos incrementos tarifarios y aun así la utilidad neta se desvanece?
- ¿Por qué se prefiere pagar publicidad en vez de reducir el Índice de Agua No Contabilizada, que supera el 48 %?
- ¿Por qué se oculta la degradación crediticia mientras se frena la ejecución de las obras que más necesita la ciudad?
✊ Exigencia ciudadana
La ciudadanía ya no quiere más jingles de “gestión ejemplar”. Exige:
- La reexpresión de los estados financieros eliminando el doble conteo del EBITDA.
- Un plan serio de refinanciamiento y recuperación de liquidez antes de junio de 2025.
- Soportes públicos y transparentes sobre cada peso invertido en contratos de difusión y voceros externos.
- Un cronograma detallado para poner en marcha la PTAR y el proyecto Comuna 2, con fuentes claras de financiación.
A los honorables concejales de Popayán les corresponde más que nunca asumir con firmeza su rol de control político real y no decorativo. Escuchar informes técnicos no basta si no se exigen resultados concretos, cronogramas verificables y ejecución efectiva de los recursos públicos. Ustedes fueron elegidos para representar a la ciudadanía, no para aplaudir balances maquillados ni para aceptar explicaciones vagas sobre retrasos en obras estratégicas. Popayán necesita de su vigilancia activa, de su criterio independiente y de su valentía para decirle a cualquier funcionario, por muy técnico o elocuente que sea, que la confianza ciudadana se construye con hechos, no con presentaciones de PowerPoint.
🚨 Popayán necesita gestión, no propaganda
Si la administración municipal no actúa con urgencia, el próximo colapso no será contable: será del servicio público más vital que tenemos. Ya no se trata de cifras. Se trata de agua, de confianza y de futuro.
Popayán no necesita más micrófonos mercenarios. Necesita transparencia, inversión real y agua segura.