La historia del sanguinario carcelero de la antigua guerrilla de las Farc, alias Martin Sombra

Este lunes 19 de mayo se confirmó la muerte de Elí Mejía Mendoza, alias Martín Sombra, quien era el encargado de custodiar a los secuestrados de la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc.

El exguerrillero falleció en el Hospital El Tunal de Bogotá debido a complicaciones de salud, derivadas, según versiones preliminares, de su diagnóstico de diabetes.

Su nombre estuvo estrechamente ligado al lado más oscuro de la antigua guerrilla comunista, organización guerrillera en la que se convirtió en una figura clave por su papel como responsable de los secuestrados, ganándose el apodo del “carcelero”.

Durante años, Martín Sombra fue el encargado de la custodia de decenas de personas retenidas en la selva, entre ellos personajes reconocidos como Íngrid Betancourt y Clara Rojas.

Su reconocimiento dentro del grupo armado era la de un hombre implacable y temido. En los campamentos lo describían como un sujeto “sanguinario” y carente de compasión hacia sus víctimas, una actitud que lo hizo tristemente célebre entre sus propios compañeros.

Además de su rol como custodio, también participó en varias acciones armadas, incluyendo la toma de Mitú en 1998 y el ataque a la base militar de Girasoles, dos de las operaciones más violentas de la guerrilla.

Tras su captura en 2008, Mejía Mendoza se acogió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), mecanismo creado por el acuerdo de paz de 2016 entre el Estado colombiano y las Farc. En este escenario, reconoció su responsabilidad en crímenes como el reclutamiento forzado de menores y la instalación de centros de detención clandestinos en la selva.

Sin embargo, su relación con la justicia no terminó ahí. El 1 de febrero de 2020, fue recapturado en el barrio Molinos de Bogotá, señalado de haber participado en el secuestro del ganadero Samuel Estupiñán, ocurrido en Caquetá en diciembre de 2017.

A pesar de esa nueva acusación, en julio de 2024 la JEP decidió mantenerlo dentro de este sistema especial de justicia. No obstante, el proceso judicial por el caso Estupiñán continuaba su curso en la justicia ordinaria hasta hoy. Mejía Mendoza enfrentaba ese juicio en libertad tras vencerse los términos legales de su detención preventiva, con su muerte, falta conocer cómo procederá aquel proceso penal.