A través de la comunicación, jóvenes del norte del Cauca promueven los servicios de justicia

Aunque se habla mucho de las barreras de acceso a la justicia como la escasa presencia de la institucionalidad, el desconocimiento de rutas y la desconfianza hacia las entidades, poco se habla de la barrera comunicacional que existe a raíz de las peculiaridades que tiene el lenguaje jurídico.

A través de la comunicación, jóvenes del norte del Cauca promueven los servicios de justicia

La Fundación Tengo Ganas ha trabajado con gran innovación en Santander de Quilichao y en la región para promover el acceso a la justicia en el territorio.

"Estamos muy felices con todos los productos realizados, las exposiciones fotográficas, los cortometrajes, entre otros. Estos jóvenes se han convertido en un aliado estratégico de los Comités Locales de Justicia, porque son quienes dan la información principal a los usuarios de los servicios de justicia en Cauca y Valle”, manifestó el director del Programa Justicia Inclusiva de USAID, Alejandro Ruíz-Acevedo, en el marco del evento de socialización de los cortometrajes que realizó la Fundación Tengo Ganas.

Y es que este grupo de jóvenes del norte del Cauca, con incidencia en este Departamento y en algunos territorios del Valle, ha diseñado e implementado -durante más de 18 meses- una serie de productos y acciones para comunicar estratégicamente la justicia y así promover el acceso a los servicios de justicia local y disminuir la desconfianza que existe de la comunidad hacia el Estado.

Programas de comunicación

Es así como, con el apoyo del Programa Justicia Inclusiva y a través de la realización 15 cine foros, 12 programas de radio, 15 artículos de prensa, 2 murales, 10 jornadas de exposición fotográfica, y 2 cortometrajes, la Fundación Tengo Ganas ha sido ese puente para acercar a las personas a las rutas de acceso a la justicia, a los mecanismos alternativos de resolución de conflictos, a los acuerdos y articulaciones entre la justicia ordinaria y las justicias propias; lo que a su vez se convierte en una oportunidad para promover y replicar el uso de las diferentes herramientas de justicia en los territorios.

“Ellos han dado un paso adelante en la promoción de los servicios de justicia que desde el Programa Justicia Inclusiva de USAID se promueven, apoyando el cambio de percepción y de comportamiento frente a las instancias de justicia en el país”, se afirma desde el Programa.

Recorrer Toribío, Santander de Quilichao, Miranda, Jambaló, Guapi, Corinto, Caldono y Caloto, no ha sido fácil, tanto por la geografía como por las dinámicas sociales y culturales, y por el conflicto que se vive en la zona norte del Cauca; sin embargo, Tengo Ganas ha llegado hasta estos lugares con su comunicación y pedagogía, logrando incidir para que la comunidad comprenda de una mejor manera a qué institución puede acudir cuando tiene un conflicto con un vecino, o cuál es la ruta que debe seguir una mujer que es violentada, o quiénes son los conciliadores y mediadores del municipio y que de manera gratuita ayudan a la población a llegar a acuerdos pacíficamente.

“Imagínese lo que significa para los jóvenes hablar de temas de justicia en un aula de clase, seguramente les parezca algo aburridor, pero llegan otros jóvenes, con una serie de fotografías donde les hablan de la justicia como un elemento esencial para la convivencia pacífica; es algo innovador, y apreciamos que llegue a los colegios, porque aquí hay muchos sobrevivientes del conflicto, que no saben cómo resolver o atender las violencias que pueden vivir”, explica Mariano Palacios, rector de la Institución Educativa Guillermo León Valencia del municipio de Caldono.

Voces de resistencia

Así como el rector, otras voces se suman para resaltar la labor que hace la Fundación Tengo Ganas. Meses atrás y luego de llegar al municipio de Guapi con una jornada de “En cine con la justicia” con el documental “Voces de resistencia - Las cantadoras de Pogue” y la exposición fotográfica sobre justicias étnicas, entre arrullos y aplausos, la comunidad -especialmente las mujeres- recordaron la ancestralidad de sus prácticas restaurativas de justicia, la raíz de sus saberes, la importancia de reparar los daños causados, y la música como expresión artística para hacer memoria.

Sofia Colorado, representante de la Junta de Acción Comunal del barrio La Fortaleza, asistió a la jornada de cine foro y a la muestra fotográfica, para ella, estos espacios organizados por la Fundación Tengo Ganas “son muy importantes porque a través de ellos podemos sanar las heridas, recordar que existe la justicia para lograr la paz y que no debemos dejar morir nuestras tradiciones”.

De igual manera, los jóvenes de esta zona del pacífico caucano ven en Tengo Ganas un ejemplo a seguir, “nosotros en el territorio necesitamos fortalecernos en temas de justicia y de reparación por el conflicto armado, porque eso ha deteriorado la salud mental de la juventud, nos ha impedido tener oportunidades de estudio y nos ha obligado a alejarnos de la sociedad por miedo al reclutamiento. Ver que hay otras formas de construir oportunidades es valioso”, dice Miriam Solís, integrante del Consejo Comunitario Guapi abajo.