AAPSA: Una empresa en crisis y sin rumbo claro para Popayán

La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Popayán (AAPSA) atraviesa una de las peores crisis de su historia reciente.

AAPSA: Una empresa en crisis y sin rumbo claro para Popayán

 A pesar de haber presentado su Plan Estratégico 2024-2031 con la promesa de servicios públicos "excelentes, eficientes y sostenibles", la realidad financiera y operativa de la empresa desmiente estas expectativas. El análisis financiero del periodo 2019-2023 muestra un panorama desalentador, con problemas estructurales que no han sido resueltos y que ponen en duda la capacidad del actual gerente, John Diego Parra Tobar, para liderar una transformación efectiva.

Un sistema insostenible y en declive

El diagnóstico financiero evidencia que AAPSA presenta un margen de rentabilidad operacional extremadamente bajo, con resultados negativos en varios periodos recientes. En 2023, la empresa registró ingresos por $52.500 millones, pero sus costos operativos y administrativos consumieron gran parte de estos recursos. El gasto laboral ascendió a $23.495 millones, representando un lastre financiero insostenible en comparación con la eficiencia esperada de la empresa.

El indicador de liquidez muestra que AAPSA apenas logra cubrir sus compromisos de corto plazo, con una razón corriente de 1.29, lo que significa que apenas dispone de $1.29 por cada peso de deuda. Aún más preocupante es el análisis del Valor Económico Agregado (EVA), el cual refleja que la empresa no ha generado suficiente rentabilidad para recuperar el capital invertido, lo que compromete la calidad del servicio y el componente social de su gestión.

Pérdida de eficiencia y deterioro en la calidad del servicio

El reporte financiero también expone problemas en la eficiencia operativa. La empresa presenta un alto índice de agua no contabilizada y un preocupante aumento en los costos operacionales. A pesar de una cobertura de acueducto del 99,9%, la calidad del servicio se ha visto afectada por una infraestructura obsoleta y deficiente planificación de inversiones. En 2023, la continuidad del servicio se situó en 23,99 horas/día, lo que a primera vista podría considerarse positivo, pero la realidad es que los cortes y fallas se han incrementado en sectores críticos de la ciudad.

Los usuarios, además, enfrentan tarifas que, aunque reguladas por la CRA, han mostrado un crecimiento sin que esto se traduzca en mejoras sustanciales. El costo promedio del servicio de acueducto en 2023 fue de $8.113/suscriptor en cargo fijo y $1.324 por metro cúbico, mientras que el de alcantarillado alcanzó los $3.125/suscriptor y $1.256 por metro cúbico vertido.

Un modelo financiero que no cuadra

AAPSA, al ser un monopolio natural, debería tener una estructura financiera sólida y estable. Sin embargo, el análisis del EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) revela que, si bien la empresa obtiene beneficios positivos, estos no son suficientes para cubrir necesidades de deuda o inversión. La rentabilidad sobre el capital invertido (ROIC) es inferior al costo de capital eficiente (WACC), lo que indica que la empresa está destruyendo valor económico en lugar de generarlo.

El endeudamiento también es una preocupación creciente. La empresa ha dependido de recursos externos para su estructura de inversión, lo que ha incrementado su vulnerabilidad financiera. En 2023, se invirtieron $10.896 millones en infraestructura, pero la sostenibilidad de estas inversiones sigue en entredicho.

Incertidumbre en el liderazgo y falta de visión

El actual gerente, John Diego Parra Tobar, ha intentado presentar un plan estratégico que pretende resolver los problemas estructurales de AAPSA. Sin embargo, las cifras reflejan que la gestión no ha logrado cambios significativos. De las 17 situaciones problemáticas identificadas en el diagnóstico, la mayoría siguen sin soluciones claras y la ciudadanía sigue padeciendo un servicio ineficiente.

El futuro de AAPSA es incierto. Con indicadores financieros débiles, un modelo de inversión cuestionable y una gestión que no ha demostrado capacidad de respuesta, la ciudadanía se enfrenta a la preocupante posibilidad de que los problemas del acueducto y alcantarillado de Popayán sigan agravándose en los próximos años.

La pregunta que queda en el aire es: ¿seguirá AAPSA en manos de una administración que no ha mostrado resultados tangibles, o es hora de un cambio de rumbo antes de que la situación sea irreparable?