Abuso en Tarifas de Servicios Públicos: Esclavitud Moderna para el Pueblo de Popayán y el Cauca
Los abusos en las tarifas de servicios públicos en Popayán y el Cauca ya no pueden seguir siendo ignorados.
Este problema, lejos de ser un simple ajuste tarifario, se ha convertido en una forma de esclavitud moderna que limita y asfixia a nuestra comunidad. Las empresas responsables de prestar estos servicios, en lugar de cumplir con su misión de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, han generado un impacto negativo que afecta profundamente a las familias y a la economía local.
La Compañía Energética de Occidente (CEO), una empresa privada vinculada a Promigas, cuya misión es distribuir y comercializar energía eléctrica en la región, opera bajo un contrato de gestión con Centrales Eléctricas del Cauca (Cedelca). Sin embargo, sus tarifas en constante aumento parecen desviar la misión de la empresa de brindar un servicio accesible y de calidad, afectando gravemente a los hogares y a los pequeños negocios que apenas sobreviven a estas cargas financieras.
Alcanos de Colombia S.A. E.S.P., empresa dedicada a la comercialización y distribución de gas natural, también ha impuesto tarifas elevadas que golpean a miles de usuarios residenciales y comerciales en Popayán. Su compromiso de ofrecer energía limpia y asequible parece quedar en entredicho cuando sus servicios representan un peso más que se suma a la ya difícil situación económica de la población.
A esto se suma Urbaser Popayán, encargada de la gestión de residuos y aseo urbano en el municipio. Aunque su misión es ofrecer soluciones en la disposición de residuos y contribuir a un entorno saludable, sus costos han suscitado serias inquietudes en los habitantes de Popayán, quienes perciben que el aseo y el bienestar de la ciudad se han vuelto inalcanzables para el ciudadano común.
Finalmente, Quipux, encargada de gestionar trámites y servicios de tránsito y transporte en Popayán, utiliza plataformas digitales que, aunque facilitan la accesibilidad, no dejan de sumar al conjunto de cargas financieras que enfrenta la población.
Estos servicios básicos, que deberían representar una mejora en la calidad de vida de nuestra comunidad, se han convertido en una carga insostenible. Como medio de comunicación comprometido con el bienestar de los habitantes de Popayán y Cauca, hacemos un llamado a las fuerzas vivas del departamento, a los líderes políticos y sociales, para que juntos articulemos una estrategia concreta y efectiva que frene estos abusos.
Es inaceptable que la clase política de Popayán y el Cauca mantenga un silencio cómplice frente a estos abusos desmedidos. Su indiferencia hacia el sufrimiento de la comunidad los convierte en responsables indirectos de esta esclavitud moderna, en la que los ciudadanos están atrapados por tarifas desproporcionadas y servicios deficientes. Mientras ellos ocupan cargos públicos y disfrutan de privilegios, el pueblo paga el precio de su desidia y falta de acción. Este silencio no es más que una traición a los intereses de quienes confiaron en ellos para velar por el bienestar de todos. La ciudadanía ya no puede seguir esperando; la presión y el clamor popular exigen un cambio contundente y firme. Les recordamos a estos dirigentes que su indiferencia será recordada como una de las tantas formas de corrupción y abandono que han frenado el progreso de nuestra región.
Es crucial que el pueblo caucano les pase la cuenta de cobro en las próximas elecciones. Porque hasta ahora, ningún congresista ha hecho, ni parece dispuesto a hacer, algo contra semejante abuso.
Es hora de que nos organicemos para exigir tarifas justas y accesibles, además de un servicio de calidad que responda verdaderamente a las necesidades de la población. No podemos permitir que Popayán y el Cauca queden atrapados en una explotación económica que aniquila el progreso y la dignidad de nuestra gente.