Acuerdo de paz hecho trizas
A la mitad del gobierno los avances en la pacificación del suroccidente no han mejorado, han empeorado y no se vislumbra un cambio de dirección, por el contrario, el presidente pretende insistir en algo que evidentemente falló.
Por: Santiago Zambrano Simmonds
zambrano_santiago@hotmail.com
Es absurdo que se persista sin hacer variaciones de fondo, a menos que ingenua e infantilmente él, que permanentemente está señalando culpables casi siempre a quienes tienen el denominador común de no compartir su visión, pretenda que aceptemos y creamos que la paz se decreta y no se construye.
Muchos ciudadanos nos preguntamos ¿dónde están sus avances? ¿qué es lo extraordinario que ha hecho para pacificar? ¿dónde están las grandes inversiones en sectores sociales que no hicieron gobiernos anteriores y que no correspondan al desarrollo normal de un país? ¿dónde están las medidas de choque?
Hace un par de meses llegaron a Popayán altos funcionarios del gobierno a lanzar la “Misión Cauca” con un listado de acciones importantes y necesarias, pero como casi todo lo de este gobierno: solo son anuncios con pírricos avances.
Soy un convencido que el lapso durante el proceso de negociación de paz con las Farc y la forma como actuó el gobierno nacional de aquel entonces, fue lo peor que le pasó al suroccidente del país pues lo pusieron de botín de guerra, especialmente Cauca, Nariño y Putumayo, sin embargo, debe reconocerse que tanto el gobierno de Santos como el de Duque tuvieron significativos avances respecto a tratar de cumplir lo acordado, a pesar de que el presidente insiste en señalar que fue Duque quien “hizo trizas los acuerdos de paz”.
Semejante y reiterada afirmación hace necesaria una revisión de los avances de cada gobierno, por ejemplo, en la Agencia de Renovación del Territorio, entidad creada para coordinar la implementación del Acuerdo en los territorios PDET, los adelantos en proyectos asociados, incluyendo todas las fuentes de financiación (cooperación, obras por impuestos, regalías y Plan Nacional de Desarrollo) son así: Santos 826 proyectos por valor de 1,853 billones, Duque 4.425 por 18,889 billones y Petro 1.371 por 9,510 billones. Ahora bien, para el caso particular de los municipios PDET del Cauca: Santos 81 proyectos por 264.667 millones, Duque 550 por 1,762 billones y Petro 148 por 558.175 millones. En síntesis, en el Cauca este gobierno ha comprometido hasta ahora solo el 31% de lo hecho por el anterior gobierno, entonces me pregunto: ¿quién realmente está haciendo trizas el Acuerdo de Paz?
Siempre se tiene la esperanza que cada gobierno supere al anterior, pero por lo hecho hasta ahora y teniendo en cuenta los dispendiosos procesos que implican desarrollar los proyectos (estructuración, aprobación y ejecución) se deduce que el presente gobierno, por más que reaccione, no alcanzará el nivel de lo hecho por el gobierno Duque y menos en el Cauca donde se están estructurando pocos proyectos nuevos. Además, según declaraciones de algunos expertos, el Acuerdo de Paz contemplaba dos instrumentos de primer nivel: El Alto Comisionado para la Paz y la Oficina de Implementación, pero hoy no tienen el mismo estatus primando lo político a la ejecución.
Siendo así las cosas y ya sin darle el beneficio de la ingenuidad, el presidente se creyó y les trasmitió a sus seguidores un sentimiento fundacional, propio de actitudes mesiánicas, como si Colombia empezara a partir de su mandato, para él, todo lo que había era malo y corrupto, despreció un sinnúmero de personas calificadas solo por el hecho de haber estado en otros gobiernos. Y allí están los resultados, le salió su apuesta al revés: Un gobierno ineficiente, ineficaz y con grandes manchas de corrupción y amiguismo, que nada tienen que ver con los “200 años de dominación”.