¿Acumulación de riqueza = afectación del cambio climático?
Por: Sandra Guerrero @SamiGuevlez
A priori se podría pensar que estos dos elementos tan disímiles uno del otro no tendría nada que ver al conjugarse en un mismo renglón, sin embargo, los hechos demuestran lo contrario, en promedio una persona emite anualmente 3 toneladas de partículas de CO2, la misma emisión que genera el vuelo de un jet privado recorriendo una distancia de 200 kilómetros, para que ustedes se hagan una idea es la distancia existente entre Bogotá e Ibagué.
Los datos no son alentadores, tan solo el 1% de la población más rica del mundo emite anualmente 8.500 millones de toneladas de las partículas de CO2, mientras el 50% de población con ingreso medio (clase media) emite 6.100 millones de toneladas CO2.
20 kilómetros es la distancia promedio que una persona recorre diariamente, en materia de contaminación, equivale a una emisión de 0,005 T – CO2 o 5 kilogramos. Un millonario suele utilizar vehículos de alta gama y gran cilindraje, significando incrementos de hasta del 600% en la emisión de CO2, es decir el mismo recorrido de 20 km que antes emitía 5 kg llega a emitir hasta 30kg.
Una persona consume en promedio anualmente 1.980 litros de gasolina, hidrocarburo destinado principalmente al sector del transporte, la ecuación cambia drásticamente cuando se analiza el consumo de un millonario, la cifra puede llegar hasta los 2.300.000 litros por año.
En los círculos cerrados de las elites el dinero no supone un problema, tampoco lo es en los clubes automovilísticos de carros clásicos y marcas distinguidas como; Maserati, Mercedes Benz, Audi, BMW, Lamborghini, Jaguar, Roll Royce o Alfa Romero, marcas que anualmente celebran válidas de exhibición con mejores clásicos y recorren Europa en Fan Trips, recorrido de fin de semana que emite por carro circulado 0.3 t – CO2, es decir en un fin de semana un conductor de estos flamantes vehículos género una décima parte del presupuesto anual de 3t – CO2, que genera una persona .
A nivel mundial el mayor gasto de consumo de combustible fósil recae en el transporte, sector consumidor de energía final, supera con creces sectores básicos como producción industrial, alimentos, ganadería, textil o energía de consumo doméstico. Cabe destacar que dentro de este sector es el transporte por carretera el que contribuye de manera significativa a la degradación del medio ambiente.
Con estos datos no pretendo condenar a los ricos y mucho menos desestimular acciones en pro de la protección del medio ambiente, llamar a desobediencia civil o fustigar las economías de países industrializados, pero sí es complejo saber que mientras millones de personas hacen ingentes esfuerzos en ahorro de energía, reducción de consumo de agua o emisión de gases de efecto invernadero, GEI, un millonario como Donald Trump, consume sin piedad, ni temor los pocos recursos que tiene la tierra, personajes como ex mandatario de EE.UU aseveró en varias ocasiones que el cambio climático no existe, que la producción de CO2 por la industria no es tan alarmante como la pintan y que el mundo no sufrirá recesión de agua o alimentos, ya que todas estas son teorías de conspiraciones buscan frenar el desarrollo capitalistas de los países y las sociedad modernas del siglo XXI.
Principio ético u oportunidad de vida, para muchos la protección del medio ambiente, más que una decisión, es un estilo de vida, adoptar dietas libres de carnes (por la inmensa deforestación produce actividades como la ganadería), usar bici como medio de transporte, y migrar a energías limpias como las eólicas o solar, son cambios restrictivos que aquellos que tienen una vida de placer y lujo no están dispuestos asumir, en Alemania por ejemplo la producción promedio de CO2 por habitante es de 11 tonelada al año, los ricos la superan con holgada soltura más 100 millones de toneladas per cápita por año produce un rico en el país germano.
Quienes poseen 20 millones de euros o más, provocan de media más de 2.300 t de GEI al año. Yates, Jet privados, carros de altos cilindrajes son algunos lujos de los millonarios que pasan factura a la humanidad en general.
¿Pero qué peso tiene el cambio climático cuando se realiza una inversión?, la respuesta esta es 100% condicionada, a quien la haga, si se habla de un millonario, éste buscará áreas geográficas con óptimas condiciones de vida, reserva forestal y suficiente abasteciendo de agua, opciones que una persona de clase media o alguno de los 2.800 millones de personas que viven en la extrema pobreza jamás podrán decidir.
El juicio aquí no es si se tiene plata o no, la verdadera pregunta es ¿por qué un millonario siente tan poca empatía por sus congéneres y tiene total libertad e impunidad para consumir de manera desproporcionada los recursos no renovables de la tierra, tierra que es de todos?