Adiós al "contrato sindical": Hospital San José busca dignificar a 500 trabajadores en medio del debate fiscal
Mientras a nivel nacional se cuestiona este modelo de contratación por precarizar al sector salud, la administración del hospital en Popayán presenta al Concejo la hoja de ruta para formalizar su planta.
"Es hora de dignificar al empleado", aseguró la gerencia, aunque los cabildantes exigen blindaje financiero.
En una sesión decisiva para la salud pública del Cauca, el Concejo Municipal de Popayán inició el trámite del proyecto de escala salarial del Hospital Universitario San José (HUSJ). Lo que parecía un debate técnico sobre grados y asignaciones, se transformó en una discusión de fondo sobre la justicia social: la administración del hospital, encabezada por el equipo del Dr. Juan Carlos Arteaga, planteó la urgencia de desmontar la figura del contrato sindical para devolver la estabilidad y los derechos plenos a quienes, por años, han sido tratados como terceros en su propia casa.
El fin de un modelo cuestionado: La apuesta por la dignidad
Durante años, el "contrato sindical" fue el salvavidas financiero de muchos hospitales en Colombia, incluido el San José. Sin embargo, esta figura ha sido duramente cuestionada por las altas cortes y organismos internacionales por convertirse en una herramienta de intermediación laboral disfrazada. Bajo este modelo, el personal médico y asistencial no es "empleado" sino "partícipe", lo que en la práctica se traduce en inestabilidad, menores ingresos y la pérdida de garantías laborales básicas, configurando lo que expertos denominan una "nómina paralela" que precariza al héroe de la salud.
Consciente de esta deuda histórica, la actual administración del HUSJ ha marcado una línea roja. Diego Andrés Castro, subgerente administrativo y gerente encargado durante la sesión, fue contundente ante los corporados:
"Esta administración, en cabeza del Dr. Juan Carlos Arteaga, tiene como política la formalización y dignificar al empleado. Tenemos proyectados aproximadamente 500 cargos asistenciales garantizados para el próximo año".
El objetivo es claro: transitar de la incertidumbre del contrato sindical a la seguridad de una planta temporal formalizada, corrigiendo las brechas de inequidad que hoy obligan a una enfermera a trabajar más horas para intentar igualar el salario de un funcionario de planta.
El obstáculo técnico: Una escala salarial "en desorden"
Para materializar esta promesa de dignidad, el primer paso es legalizar la casa. Marta Paredes, jefe de talento humano, explicó que la escala salarial vigente es un obstáculo jurídico insalvable. Actualmente, existen múltiples salarios para un mismo grado profesional, lo que viola el Decreto Ley 785 de 2005 y bloquea cualquier visto bueno de la Función Pública para iniciar la formalización.
"No podemos iniciar el proceso de formalización con la escala que tenemos", advirtió Paredes. El proyecto presentado busca organizar los niveles jerárquicos y eliminar la figura obsoleta de "trabajador oficial" de la tabla, no para despedir gente, sino para ajustar la entidad a la norma y permitir el ingreso digno de los nuevos funcionarios.
La voz de los trabajadores: Esperanza con reservas
Los gremios de la salud respaldan la iniciativa de la gerencia pero piden que la transición sea justa. Alejandra Córdoba, del sindicato SIT Salud, y Diana Lorena Bravo, representante médica, coincidieron en que la formalización es un sueño aplazado, pero advirtieron que no puede significar una reducción de ingresos netos.
Su principal queja radica en las cargas que hoy soportan por ser contratistas, como la Tasa Pro-Deporte y estampillas, que merman sus honorarios. Al pasar a la planta, estos descuentos desaparecerían, pero exigen que la nueva asignación básica reconozca su experiencia y antigüedad, evitando que se formalice a "paracaidistas" políticos por encima de quienes llevan décadas sirviendo al hospital.
Concejo exige sostenibilidad para no repetir la historia
Aunque los concejales celebran la intención de dignificar el empleo, su función es cuidar el patrimonio público. El coordinador ponente, Lucio Jurado, y el concejal José Luis Diago, pidieron prudencia. Recordaron que el contrato sindical surgió precisamente tras una crisis de quiebra (Ley 550) y exigieron estudios financieros sólidos que demuestren que el hospital puede pagar esa nómina directa en el tiempo sin colapsar.
"La formalización debe hacerse, pero debe hacerse bien", sentenció Jurado, solicitando mesas técnicas con todos los sindicatos y el Ministerio del Trabajo para asegurar que este salto hacia la dignidad tenga piso financiero.
A diferencia de administraciones pasadas que mantuvieron de la tercerización laboral, la gerencia actual reconoce explícitamente que el modelo de contratación actual afecta la calidad de vida del trabajador. Si el Concejo aprueba esta escala, el Hospital San José se convertiría en un referente regional de reparación laboral, pasando de tener una planta mínima de 188 empleados a incorporar a 500 trabajadores misionales, alineándose con las directrices del Gobierno Nacional de acabar con la precarización en la salud.
El proyecto avanza ahora a mesas técnicas bajo la lupa de los ponentes Marco Aurelio Gaviria, Lucio Jurado y Fernando López. La voluntad política de la gerencia está sobre la mesa: transformar al Hospital San José no solo en un centro de excelencia médica, sino en un empleador justo. La decisión final recae ahora en el cabildo, que deberá equilibrar la justicia social con la responsabilidad fiscal.
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