Cajas de aguardiente caucano embodegadas generan millonarias pérdidas

La imagen es clara: más de 9.000 cajas de Aguardiente Caucano permanecen almacenadas, sin venderse, tras un fallido intento de exportación liderado por la exgerente Maribel Perafán Gallardo. El detrimento patrimonial podría superar los $4.000 millones de pesos.

Cajas de aguardiente caucano embodegadas generan millonarias pérdidas

Exportación frustrada y licor embodegado

Lo que parecía ser una estrategia ambiciosa para proyectar el aguardiente caucano al exterior terminó en un grave revés financiero. Según fuentes del sindicato Sintrabecólicas y documentos oficiales, el plan de exportación de 9.000 cajas a Centro y Suramérica no cumplió los requisitos de etiquetado exigidos por la DIAN y los tratados internacionales, lo que impidió su comercialización fuera del país.

Hoy, esas 9.000 cajas, como se evidencia en la fotografía filtrada, se encuentran almacenadas, marcadas con fecha de empaque y rotuladas como producto de exportación, imposibles de vender en el mercado nacional sin antes reprocesarse manualmente para cambiar la etiqueta, lo cual eleva aún más los costos operativos.

Un detrimento que supera los $4.000 millones

  • Costo estimado del licor embodegado: $4.000.000.000
  • Costo por jornada de cambio de etiquetas: $400.000.000
  • Turnos manuales requeridos: varios, debido a la manipulación individual de cada caja.

Según denuncias internas, la reposición de etiquetas exige jornadas operativas adicionales y manuales, con personal capacitado y supervisión técnica, lo que compromete aún más el presupuesto de la Industria Licorera del Cauca.

¿Quién responde por esta pérdida?

La entonces gerente, Maribel Perafán Gallardo, promovió esta exportación como parte de una estrategia para abrir nuevos mercados, sin que, según denuncias, se realizaran los debidos procesos técnicos, aduaneros y de comercialización requeridos. A la fecha, no se ha aclarado por qué se ejecutó esta operación sin tener asegurado el cumplimiento normativo ni los canales de distribución internacional.

¿Por qué importa?

  • Impacto en recursos públicos: El aguardiente es fuente clave de ingresos para salud, educación y deporte en el Cauca.
  • Pérdida de confianza: Los errores administrativos dañan la credibilidad de la licorera y afectan su competitividad.
  • Costos operativos adicionales: El cambio de etiquetas para habilitar su venta local incrementa el gasto y no garantiza recuperación total.

El proyecto de internacionalización del aguardiente caucano terminó convertido en símbolo de mala planeación institucional. Hoy, las cajas apiladas en la bodega no solo representan licor sin vender, sino una alerta roja sobre la necesidad de mayor control, transparencia y responsabilidad en la gestión pública.

Es imperativo que Octavio Guzmán, gobernador del Cauca, y con Samuel Ortega Londoño, exalcalde de Miranda, actual gerente de la Industria Licorera del Cauca, es su deber poner la casa en orden y recuperar la credibilidad perdida. El reto no es menor: corregir los errores heredados por Maribel Perafán Gallardo, hoy secretaria de Gobierno del departamento, y garantizar que la ILC vuelva a ser un motor económico transparente, eficiente y rentable para todos los caucanos. El silencio o la indiferencia ante este evidente detrimento patrimonial solo reforzará la desconfianza ciudadana. Es momento de actuar con rigor y responsabilidad.

Y como si los $4.000 millones en licor embodegado no fueran suficiente vergüenza institucional, ahora nos dicen que Maribel Perafán Gallardo suena como la carta del exgobernador Elías Larrahondo para reemplazar a Octavio Guzmán en la Gobernación del Cauca. ¿En serio? ¿Después del fracaso en la Licorera, ahora la premian con una candidatura? Todo indica que en este departamento no aprendemos: salimos de Guatemala… para meternos de cabeza en Guatepeor. Así se cocina el poder en el Cauca: entre etiquetas mal puestas, licor embodegado y ambiciones recicladas.

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