Alcaldía de Medellín censura a la juventud que a través del arte cuestiona al expresidente Álvaro Uribe
El presidente Gustavo Petro cuestionó la decisión de la Alcaldía de Medellín de borrar un mural con grafitis que había sido pintado hace cinco años cerca de la Estación Acevedo del Metro de Medellín para protestar contra los asesinatos de los líderes sociales y defensores de derechos humanos.
Los grafitis tenían escritas las palabras “nos están matando” y esa frase fue tapada con pintura gris durante una jornada de aseo adelantada por la alcaldía de Federico Gutiérrez.
Sin embargo, horas después de la intervención de la administración de la capital de Antioquia, los colectivos artísticos pintaron un nuevo escrito con esa misma frase.
La polémica no terminó ahí y, posteriormente, esta fue tapada por un grupo de ciudadanos respaldado por el concejal del Centro Democrático, Andrés Gury Rodríguez, quien aseguró que lo retratado en esa pared estaba haciendo “apología a la guerrilla” y relacionó esa obra con la administración del exalcalde Daniel Quintero.
Pero el debate no terminó ahí y los grafiteros regresaron una vez más al lugar para retratar la frase “el arte no se calla” en las inmediaciones de la concurrida estación del Metro, ubicada en la zona norte de la ciudad.
El fascismo en Medellín borra se nuevo el arte y la libre expresión em los muros.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 13, 2025
Los grupos fascistas quieren negar su fascismo: el ser simplemente delincuentes cuyo sectarismo los lleva a eliminar físicamente la diferencia. Esto es fascismo. pic.twitter.com/D2ujYGDDrL
Entonces, el presidente Petro entró en la discusión opinando que “el fascismo en Medellín borra de nuevo el arte y la libre expresión en los muros. Los grupos fascistas quieren negar su fascismo: el ser simplemente delincuentes cuyo sectarismo los lleva a eliminar físicamente la diferencia. Esto es fascismo”.
La cuestión de la intervención de los murales de Medellín ha estado en el centro de la discusión desde la primera semana de enero, cuando comenzó la primera intervención a ese mural que estuvo a cargo de funcionarios de aseo de la Alcaldía.
El alcalde Federico Gutiérrez justificó esa medida afirmando que “una cosa es el graffiti como expresión artística, ejemplo lo que se ha logrado en la Comuna 13 y en otras zonas de Medellín. Es más, está reglamentado por un acuerdo municipal. Y en nuestro Plan de Desarrollo hemos definido intervenir 30.000 metros cuadrados con arte urbano. Otra cosa muy diferente es el desorden y quienes simplemente quieren generar caos y poner fea y sucia la ciudad”.