Angie Leandra Henao Zambrano, la lideresa campesina asesinada delante de sus hijos

Los liderazgos en el Cauca están en máximo riesgo, más cuando no se evidencia acciones contundentes de parte de las autoridades regionales para protegerlos.

Angie Leandra Henao Zambrano, la lideresa campesina asesinada delante de sus hijos



La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) del norte del Cauca denunció el asesinato de Angie Leandra Henao Zambrano, reconocida lideresa veredal e integrante activa de esta organización campesina, ocurrido en la tarde del viernes 27 de junio de 2025.

Según el comunicado emitido por la ANUC, los hechos se registraron hacia las 2:30 p.m. en la vereda El Silencio, zona rural del municipio de Corinto, donde la víctima se encontraba en su vivienda en compañía de sus tres hijos. Hasta el lugar llegaron hombres fuertemente armados y sin identificar, quienes irrumpieron en la casa y le dispararon en repetidas ocasiones, causándole la muerte de manera inmediata.

La organización rechazó de forma contundente el crimen y recordó que Henao Zambrano era madre de familia y una lideresa ampliamente reconocida por su trabajo comunitario en la región. “A los grupos armados y bandas delincuenciales les exigimos que respeten la vida del campesinado. Bajo ninguna circunstancia se justifica que atenten contra nuestras vidas”, expresó la ANUC.

Este hecho se suma a la preocupante situación de violencia que enfrenta el norte del Cauca, donde confluyen el conflicto armado y dinámicas ligadas al narcotráfico, generando graves violaciones a los derechos humanos de las comunidades rurales.

La ANUC hizo un llamado urgente al Estado colombiano para que brinde garantías de seguridad, justicia y condiciones dignas para la población campesina. También solicitó el acompañamiento de organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), la Misión de Verificación de la ONU y la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP-OEA), con el fin de supervisar la respuesta institucional ante estos crímenes y asegurar el respeto de los derechos fundamentales.

El comunicado finaliza con una consigna clara: “¡La vida campesina se respeta!”.