¡Arde el norte del Cauca! Ejército y disidencias de las Farc se enfrentan a muerte
Comunidades reportan combates entre la fuerza pública y este grupo armado al margen de la ley en zona limítrofe de los municipios de Santander de Quilichao, Suárez y Buenos Aires.
La situación de inseguridad en el departamento del Cauca se ha intensificado, especialmente en los municipios de Suárez, Buenos Aires y Santander de Quilichao, donde los enfrentamientos entre la fuerza pública y el frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc han alcanzado niveles alarmantes.
Estas zonas rurales, ya de por sí afectadas por la violencia, ahora se encuentran nuevamente en medio de ametrallamientos y operaciones militares que han recrudecido el clima de terror entre sus habitantes.
Recientemente, un ataque mortal contra unidades de la Dijín de la Policía dejó un saldo trágico: la muerte del intendente Luis Guillermo Martínez, uno de los investigadores más conocedores de los movimientos de este frente guerrillero. El ataque se produjo mientras las fuerzas del orden intentaban capturar a líderes de esta facción de alias Iván Mordisco. Según un audio obtenido por esta casa periodística, el ambiente era caótico; los policías solicitaban apoyo aéreo al verse superados en número por los alzados en armas en Taminango. “Nos atacan mi coronel, estamos deteniendo el ataque, necesitamos apoyo aire mi coronel”, se escuchaba en medio de los disparos.
Este trágico incidente resalta no solo la vulnerabilidad de quienes luchan contra el crimen organizado, sino también el riesgo que enfrentan los civiles en medio de estos combates. Tras la muerte del intendente Martínez, las fuerzas armadas respondieron con más operativos, buscando venganza y justicia, lo que llevó a un incremento de los combates en la región. “Logramos la destrucción de un taller de explosivos, así como de dos vehículos acondicionados con artefactos explosivos”, informaron los soldados, dejando claro que la lucha contra estas facciones es ahora más feroz que nunca.
Con cada nuevo enfrentamiento, crece el miedo en las comunidades rurales. Los civiles, atrapados entre las balas y las operaciones, saben que la guerra está en su punto más alto. Las decisiones de los combatientes, por muy estratégicas que sean, tienen repercusiones directas en sus vidas cotidianas. En este contexto, es fundamental que se tomen medidas para garantizar la seguridad de los pobladores, quienes deben vivir en constante alerta.
La escalada del conflicto en el Cauca pone de manifiesto la necesidad urgente de iniciativas que busquen la paz y la reconciliación. La vida de miles de personas depende de encontrar un camino que logre reducir la violencia y restablecer la confianza en las instituciones. Sin duda, la memoria del intendente Martínez y la lucha de quienes caen en el cumplimiento de su deber deben ser el motor que impulse un cambio significativo en esta región marcada por la desgracia y el sufrimiento.