Asesinan a otro indígena en la zona rural de Caloto, Cauca

En máxima alerta las comunidades nasa del norte del Cauca por los asesinatos de sus integrantes.

Asesinan a otro indígena en la zona rural de Caloto, Cauca

Cada vez más aumenta el terror entre los caloteños por la violencia que se registra en esta zona del norte del Cauca: en la mañana de hoy confirmaron asesinato del comunero Roberto Caracol, integrante del resguardo Huellas ultimado con arma de fuego.

El mortal ataque sucedió cuando la víctima permanecía frente a un establecimiento comercial abierto al público. En ese momento, sujetos armados lo abordaron rápidamente para después dispararle hasta causarle la muerte. La víctima era reconocida en este municipio porque se ganaba la vida realizando domicilios.

A raíz de esta situación, los integrantes del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, denunciaron la 'ola de violencia' que se registra en este municipio nortecaucano.

"Este asesinato es el más reciente en una larga serie de comuneros y personas externas ultimados en los municipios de Caloto y Corinto. Los hechos más recientes ocurrieron apenas este pasado domingo 26 de marzo, cuando fueron asesinados en Corinto, y en casos separados, los comuneros de López Adentro Flower Alfonso García Julicue y Jeider Omar Conda Pillimué", recalcó el Cric, a través de un comunicado de prensa.

De acuerdo con información aportada por dicha organización indígena hasta el momento son 18 homicidios en Caloto y 11 en Corinto, desde el 1 de enero de este 2023, muestra de la violencia que se registra en esta parte del departamento.

"No solo son comuneros, sino personas externas que son asesinados en los territorios, pues de los 29 asesinatos que suman los dos municipios 15 responden a comuneros y 14 a personal externo. No obstante, es necesario hacer énfasis en que el sistema Madeja no logra hacer un ejercicio de monitoreo en la totalidad de los municipios mencionados, por lo que los asesinatos en otras comunidades afrocolombianas y campesinas pueden ser más", acotó el Cric.

A raíz de esta situación, las autoridades ancestrales, guardia indígena y comunidades adelantan sus propias actividades para autoprotegerse, porque consideran que los gobiernos nacional y regional no hacen nada para detener este baño de sangre.