Así es el plan que estaría en marcha para tumbar a Gustavo Petro y extraditarlo a Estados Unidos; lo acusaría de ser narcotraficante

La prensa de la ciudad de Bogotá presenta información de los movimientos del gobierno de Donald Trump para acabar con el gobierno de Petro.

Así es el plan que estaría en marcha para tumbar a Gustavo Petro y extraditarlo a Estados Unidos; lo acusaría de ser narcotraficante

Un mes antes de ser nombrado como presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro Urrego, le pidió al exmagistrado Julio César Ortiz, en ese entonces uno de sus abogados de confianza, desplazarse a la Audiencia Española, en donde se interrogaría al exmilitar venezolano Hugo El Pollo Carvajal, quien prometió hablar de la supuesta financiación del régimen de Hugo Chávez y de Maduro a campañas políticas en otros países de Latinoamérica, incluida la del Pacto Histórico. 

Ese 22 de abril de 2022, el exjefe de la inteligencia venezolana tomó la determinación de no hablar ni en España ni ante la justicia colombiana, porque estaba en proceso de extradición hacia los Estados Unidos.

Pero ahora, a menos de diez meses de que finalice el gobierno de Petro, el fantasma del El Pollo se vuelve a aparecer, en medio de una de las crisis más graves que afronta el Gobierno colombiano con el del republicano Donald Trump, quien abiertamente quiere tomarse el poder en Colombia.

Y es que la tensión entre Washington y Bogotá alcanzó su máxima nivel el viernes 24 de octubre con la inclusión del presidente Gustavo Petro y parte de su círculo en la Lista Clinton, donde están los narcotraficantes y empresarios relacionados con esa actividad ilegal. 

Y, si bien se buscan vías diplomáticas alternas para desescalar la tensión con Estados Unidos, que aseguró mantendrá parte de la ayuda a Colombia, se estableció gracias a la prensa capitalina que aún se barajan otras cartas para subir la presión sobre el Gobierno colombiano, buscando derrocarlo abiertamente, aumentando la crisis política en el país.

Fuentes de tema políticos de la ciudad Washington informan que, si bien –debido a la intervención del senador Bernie Moreno y de exfuncionarios y figuras influyentes del país– se logró atajar de momento la imposición de aranceles más altos a Colombia, la próxima semana vendría una nueva embestida que avanza entre bambalinas y que tiene dos poderosas baterías en contra de Petro, ese hombre que ahora pelea contra el poderoso Donald Trump.

La primera, ampliar el número de integrantes del entorno del presidente Petro en la Lista Clinton; y la otra, la apertura de un proceso en su contra en una corte de ese país. Bajo ese sentido, se habla de al menos 35 personas (otros dicen 50) que ingresarían a la temida lista de sancionados de la Ofac.

La misma administración Trump, a través del Departamento del Tesoro, tendría lista la adición con argumentos puntuales, como los usados para enlistar al mandatario, a su hijo mayor, Nicolás; a su esposa, Verónica Alcocer; y a su ministro del Interior, Armando Benedetti, a quienes acusan de ser narcotraficantes.

“La primera dama, Verónica del Socorro Alcocer García, fue designada inconstitucionalmente por Gustavo Petro como embajadora en misión especial. Un tribunal colombiano anuló posteriormente el nombramiento al considerar que violaba el artículo 126 de la Constitución colombiana, que prohíbe al Presidente colombiano designar a su cónyuge o pareja permanente”, se lee en el caso Alcocer.EL TIEMPO investigó y estableció que entre los candidatos a engrosar la Lista Clinton hay funcionarios y exfuncionarios del Gobierno. Además, personas cercanas al entorno de Alcocer y de otros alfiles cercanos a la Casa de Nariño.

Es aquí donde una entidad como la Ofac se cruzaría con un posible proceso judicial que, según fuentes del Departamento de Justicia, ya se venía explorando desde años atrás y al que el propio mandatario hizo referencia en su discurso del viernes pasado en la plaza de Bolívar, cuando dijo que buscaban meterlo a una cárcel de los Estados Unidos.

Ese eventual indictment, señalaron fuentes en Washington, se centraría en los supuestos ingresos a su campaña de dinero del narcotráfico, como sucedió en pasados gobierno.

Aquí clasificarían los presuntos aportes del régimen de Nicolás Maduro de los que habló Carvajal, quien aceptó cargos por narcoterrorismo y cuya condena se conocerá este miércoles 29 de octubre, de ahí que el presidente Petro rechazó esa versión de que establece el nexo con Maduro, a quien ya se le cataloga como un narcotraficante, no sería difícil entonces el panorama de que a Gustavo Petro lo acusen de supuestamente narcotraficante.

El propio Diosdado Cabello, segundo del régimen, señaló públicamente que el entonces candidato Petro les había pedido apoyo para su campaña en 2018.

“Para acá vino una vez ese señor Petro a pedir apoyo para su campaña (...) Por eso es que perdió y no va a ganar nunca, porque los pueblos desprecian a los cobardes, a los guabinosos (dudosos)… a los que no asumen responsabilidad”, expresó Cabello.

En ese momento, el hoy Presidente señaló: “No me interesa el apoyo a Maduro porque no hay revolución en una rosca que se perpetúa solo para captar rentas petroleras. Eso no es una revolución”.

Pero hoy las cosas cambiaron totalmente y es Cabello quien sale en defensa de Petro, mientras que Maduro insiste en que “Colombia sabe que somos uno solo, hermanos siameses, y lo que sea con Colombia es con Venezuela, y lo que sea con Venezuela es con Colombia”.

Más allá del capítulo Venezuela, la gran prensa de la capital del país supo que se rastrea un supuesto aporte a la campaña que habría movido a un empresario colombiano.

“Concretamente, se habla de que el aporte se iba a retribuir con negocios de gas, que pasaban por Ecopetrol y que quedaron frenados con las sanciones a Venezuela y con el escándalo del saqueo a Pdvsa”, explicó una fuente en Miami que agregó que a ese empresario, además de quitársele la visa recientemente, se le congelaron dos cuentas en Estados Unidos y se le ubicó un Mercedes AMG G63, edición especial, color verde.

“A partir de información que han suministrado exfuncionarios del gobierno Petro, se han monitoreado movimientos de plata y de personas por Dubái y Budapest. Se está verificando información de esos movimientos financieron”, explicó la misma fuente.

Y recordó un reciente trino de Ángela Benedetti, hermana del ministro Armando Benedetti, en el que aseguró que ella creía en el Presidente porque, a diferencia de “su mujer, sus hijos Nicolases” y un grupo de amigos, él no era codicioso.

“Ya van tres en la Lista Clinton de ese trino”, por eso el proceso judicial del que se habla hace meses se tenía previsto para más adelante, pero, como dijo el senador Moreno, se le meterían “turbomotores” esta semana.

 Y si bien es remota la posibilidad de que Petro enfrente a la justicia de Estados Unidos y eventualmente se le encuentre culpable –él mismo ha dicho que tiene su consciencia tranquila y otros habrían echado mano de los aportes de Venezuela– el objetivo,

Sin embargo, la posibilidad de que el tema avance es mayor si se tiene en cuenta que la Fiscalía en Estados Unidos actúa ahora bajo las instrucciones directas de Donal Trump, como se ha visto en otros casos, como el exdirector del FBI James Comey y el exasesor de seguridad nacional John Bolton –dos enemigos políticos de Trump– a quienes se les abrieron procesos con evidencias débiles.

Primero en sus redes y luego en la plaza de Bolívar –en medio de la convocatoria a la asamblea constituyente– el presidente Gustavo Petro rechazó las inclusiones en la Lista Clinton, se refirió a un entrampamiento e incluso reiteró que usará vías legales para su defensa, como lo establece las leyes del mundo.

Y en lo que algunos analistas asumen como una bajada de tono, omitió de su discurso varios de los temas que escalaron la presión con la Casa Blanca: la descertificación a Colombia por la débil lucha contra el narcotráfico, la retirada de su visa y su defensa al régimen de Maduro, acosado por el operativo militar de Estados Unidos en el mar Caribe que ahora ejecutarían en tierra. Por eso es poco probable que el todopoderoso Donald Trump dé vuelta atrás.