Ausencia diferenciada del Estado y dinámicas del conflicto, vulneradores de derechos de pueblos étnicos en contextos de mar
Un informe de la Defensoría del Pueblo deja en evidencia cómo la limitada actuación de la institucionalidad gubernamental y el accionar de las estructuras armadas al margen de la ley han afectado su acceso a la salud, al agua potable, a la seguridad alimentaria y a otras necesidades básicas.
Las comunidades indígenas, negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales, que históricamente han ocupado territorios de mar tanto en la región Pacífica como en la Caribe, vienen afrontando la desprotección de sus derechos fundamentales, colectivos, de identidad, integridad cultural, autonomía, gobierno propio, entre otros, así lo refleja la Defensoría del Pueblo en su informe ‘Sobre derechos étnico-territoriales de los pueblos étnicos en contextos de maritorio’.
La ausencia diferenciada del Estado y la imposibilidad de garantizarles sus derechos, a lo que se suman las dinámicas del conflicto armado, han derivado en limitaciones relacionadas con el acceso al agua potable, necesidades básicas insatisfechas, vulneración a la seguridad alimentaria y la soberanía, panorama que refleja la agudización de la situación humanitaria de los pueblos étnicos en las zonas de los mares colombianos.
En consecuencia, la entidad nacional de derechos humanos llama a la institucionalidad gubernamental a trabajar articuladamente en planes y acciones, sobre la base de políticas sociales con efectos reales y aplicables en el corto plazo, que mitiguen o frenen las condiciones de vulnerabilidad que afrontan las comunidades referidas.
El llamado también lo hace la Defensoría porque el escenario tiende a agravarse cuando los grupos armados ilegales les restringen la movilidad en todas sus formas. Es una preocupación que debe llamar la atención del Estado, pues ven limitado su acceso al derecho fundamental a la salud, como lo evidencia el documento defensorial, máxime que no pueden ingresar a zonas silvestres donde obtienen sus medicinas o asistir a centros médicos cuando sus prácticas no son suficientes.
Enfermedades como la malaria, el dengue, la tuberculosis, el paludismo, la diabetes, la hipertensión y la drepanocitosis requieren protocolos de atención especiales que tengan presente no solamente limitaciones logísticas, también las relacionadas con recursos. Pero además, el fortalecimiento de los sistemas de la salud comunitarios tradicionales y ancestrales, y de las IPS propias, que contribuyan al rescate y fortalecimiento del sistema de medicina tradicional de los pueblos étnicos en los maritorios.
Es imperativo, por consiguiente, poner en marcha medidas que garanticen los derechos fundamentales y étnico-territoriales a la vida, la salud, el territorio ancestral y la participación de los pueblos étnicos que forman parte de los contextos de mares y playas, acantilados, ríos y esteros, respetando sus prácticas tradiciones, acervo cultural y ancestral y costumbres.
Otras recomendaciones del informe
Son 36 recomendaciones en total las que formula la Defensoría del Pueblo, como el establecimiento de una política de asistencia y atención para esos pueblos; el fortalecimiento, concertadamente, de expresiones y prácticas tradicionales y culturales con estrategias de promoción, divulgación y programas y proyectos. Así mismo, desarrollar estrategias de prevención, protección y autoprotección colectivas e individuales, con un enfoque diferencial.
Las prácticas tradicionales y el conocimiento ancestral sobre la navegación y la conservación marina han contribuido a la riqueza cultural del país y al entendimiento de la biodiversidad marina. Así, el mar no es solo un espacio físico, sino un elemento vital en la historia y la cosmovisión de los pueblos étnicos del país.
Por esos motivos, la Defensoría del Pueblo seguirá desarrollando acciones que permitan la garantía de sus derechos y promoviendo procesos de fortalecimiento, rescate y pervivencia física y cultural, así como su estabilización económica.