Bloqueos por la educación: El grito desesperado que Larrahondo y Guzmán Ignoran
En un acto desesperado por exigir sus derechos más básicos, los habitantes de la vereda La Ventica, en la zona rural de El Patía, se han visto obligados a tomar medidas drásticas: el bloqueo de la vía internacional Panamericana.
Esta protesta surge como respuesta a la ausencia flagrante de docentes en las instituciones educativas de la región, una situación que ha sumido a los estudiantes en un limbo de abandono durante los últimos tres meses del calendario escolar.
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La ironía es abrumadora: mientras los niños y jóvenes de La Ventica se encuentran confinados en sus hogares, privados de su derecho fundamental a la educación, la Secretaria de Educación del Cauca, Sor Inés Larrahondo Carabalí, brilla por su ausencia. Su silencio ensordecedor y su inacción son una burla a las necesidades más apremiantes de las comunidades rurales del departamento.
¿Acaso esta funcionaria incompetente ha olvidado que su deber primordial es velar por la educación de todos los caucanos, sin importar su ubicación geográfica? ¿Cómo puede justificar el abandono de estos niños y jóvenes, condenándolos a un futuro incierto y limitado?
Pero la responsabilidad no recae únicamente en la Secretaria Larrahondo Carabalí. El Gobernador Octavio Guzmán, quien en su momento ocupó el cargo de Secretario de Educación durante la administración de Elías Larrahondo, también ha demostrado una indiferencia vergonzosa ante esta crisis. Su silencio cómplice es una traición a los principios que debería defender.
Es inaceptable que en pleno siglo XXI, en un departamento que se jacta de su riqueza cultural y diversidad, se permita que comunidades enteras sean privadas de uno de los derechos más fundamentales: la educación. ¿Acaso no son estas las semillas del futuro de nuestra región? ¿Cómo esperamos que estos niños y jóvenes puedan florecer y contribuir al progreso del Cauca si se les niega la oportunidad de aprender y desarrollar sus habilidades?
La situación en La Ventica no es un caso aislado. A lo largo y ancho del departamento, numerosas instituciones educativas sufren el mismo drama, con aulas vacías y sueños truncados. Esta crisis es un reflejo de la negligencia sistémica que impera en la administración educativa del Cauca.
Es hora de que la Secretaria Larrahondo Carabalí y el Gobernador Guzmán asuman su responsabilidad y actúen con urgencia. La educación no puede ser un privilegio reservado para unos pocos, sino un derecho inalienable para todos los caucanos. Cada día que pasa sin docentes en las aulas es un día más de oportunidades perdidas y futuros comprometidos.
A las autoridades educativas del Cauca: ¿hasta cuándo seguirán ignorando los gritos desesperados de estas comunidades? ¿Cuántos más bloqueos y protestas serán necesarios para que finalmente actúen? La educación no es un lujo, es una necesidad primordial para el desarrollo de nuestra región. Es hora de que se levanten de sus cómodas sillas y enfrenten la realidad que han permitido perpetuar, sin lugar a dudas, el Cauca es rehén de mafias politiqueras.
¡Basta ya de excusas y negligencia! El futuro del Cauca está en juego, y cada día sin educación es un día más de retraso en nuestro camino hacia el progreso. ¡Exigimos soluciones inmediatas y acciones contundentes! No más palabras vacías, no más promesas incumplidas. ¡La comunidad educativa del Cauca merece respeto y atención urgente!