Bucaramanga conquistó una victoria que lo proyecta como campeón del fútbol colombiano
La escuadra santandereana empezó con pie de derecho los encuentros de la final.
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Los integrantes del Atlético Bucaramanga ganó, con muchos méritos y justicia, el partido de ida de la final de la Liga Betplay I 2024, por 1-0 contra Independiente Santa Fe, encuentro que terminó con una celebración munumental.
La final cerrada que muchos fueron a ver al Estadio Alfonso López salió así por momentos, con mucha marca, roce, empujones y cálculos para no permitir que se vulnerara la propia puerta.
Ambos equipos llegaban a esta instancia tan equilibrados que muchos no sabían a cuál apostar, apoyar. Las estadisticas del local hablan por si solas: el 67 por ciento, producto de 11 victorias, 5 empates y 3 derrotas describía a Bucaramanga, que venía de hacer 24 goles y tuvo como faro a su defensa, que solo permitió 10 goles en 19 partidos, con 15 vallas invictas.
Santa Fe, mientras tanto, llegaba con rendimiento del 60 por ciento, con 10 victorias, cuatro empates y cinco derrotas, 22 goles a favor y 12 en contra y 14 vallas invicto. Hasta que llegó la hora de la final.
Los primeros 90 minutos de la final fueron un verdadero espectáculo visual tremendo, pues la ciudad entera se volcó a las calles para apoyar a su equipo e ilusionarse con la primera estrella para los Leones. Y pesó, aunque algunos lo nieguen.
Ahora, ¿qué le pasó a Santa Fe? Esa pregunta se responde con otra pregunta: ¿la pelota para qué? Porque la posesión se inclinó del lado bogotano (52 por ciento por 48 por ciento) igual que los duelos directos, que favorecieron al visitante por 49-39. Casi igual de cerrada era la calificación final, de 7 puntos para el ganador y 6,8 para su rival.
¿Qué hizo la diferencia? Básicamente la intención ofensiva. Bucaramanga tuvo en total 19 intentos para abrir la cuenta, 7 de ellos a la puerta, mientras que Santa Fe apenas generó 9 ocasiones -no todas muy claras- y solo una fue entre los tres palos. De hecho, fue una ocasión de Chaverra de media distancia que no llegó a feliz término pues en el segundo tiempo no volvieron a animarse a intentar vulnerar a Quintana.
Evidentemente, Santa Fe fue a la final de visitante con la clara intención de no perder. Y perdió, Él se ilusiona con la remontada pero no es ni mucho menos fácil. Ojalá con cambios profundos, de nombres y hombres, se cuente la historia de un angustioso mal, ese que pinta de sufrimiento todas las gestas del 'cardenal'.