Capturado por atentado a Miguel Uribe Turbay es un menor de 14 años: autoridades investigan redes criminales detrás del ataque

El presunto agresor de Miguel Uribe Turbay fue identificado como Juan Sebastián Rodríguez Casallas, un adolescente de 14 años que actualmente reside en Engativá con una tía.

Capturado por atentado a Miguel Uribe Turbay es un menor de 14 años: autoridades investigan redes criminales detrás del ataque

El menor ingresó herido a una clínica tras el atentado y permanece bajo custodia mientras se adelantan las investigaciones

El capturado: un menor de edad en el centro de un hecho nacional

Las autoridades confirmaron que el presunto responsable del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay es Juan Sebastián Rodríguez Casallas. Tiene apenas 14 años y vive en el barrio Villas de Alcalá, en la localidad de Engativá, occidente de Bogotá.

Rodríguez fue capturado minutos después del ataque y trasladado bajo custodia policial a una clínica del sector, donde ingresó caminando, pero con visibles signos de cojera. Actualmente se encuentra en cirugía, y su estado de salud es reservado. Las autoridades aún no confirman el lugar exacto de la herida.

Entorno familiar

La historia personal del menor agrega una dimensión preocupante al caso. Su madre falleció cuando él tenía pocos años y su padre, Deivy Ronald Rodríguez, reside actualmente en Polonia. Desde entonces, el menor ha estado bajo el cuidado de su tía materna Emilce, hermana de su madre, quien lo acoge en una casa ubicada en l sector Villas de Alcalá.

Su abuela paterna, Estella Ramírez ha sido contactada por las autoridades, así como su tío José Luis Rodríguez, quien trabaja como conductor de plataformas (Uber) y actualmente se encuentra acompañándolo en la clínica.

¿Una red detrás del atentado?

El hecho de que un adolescente esté implicado en un intento de homicidio contra una figura política nacional plantea serios interrogantes sobre las estructuras criminales que podrían estar detrás. Las autoridades judiciales y de infancia han abierto varias líneas de investigación para establecer si el menor fue utilizado, presionado o contratado por terceros para perpetrar el ataque.

Fuentes consultadas indican que el joven no cuenta con antecedentes judiciales conocidos, aunque su entorno será objeto de escrutinio detallado.

El caso ha generado profunda consternación en la opinión pública, no solo por el atentado mismo, sino por la edad del capturado. Desde diversos sectores políticos se han alzado voces que piden revisar con urgencia las políticas de prevención del reclutamiento de menores por parte de organizaciones criminales, así como reforzar la seguridad para los aspirantes presidenciales.

La Fiscalía y la Policía confirmaron que el menor permanecerá bajo custodia especial, en condiciones que garanticen sus derechos fundamentales, mientras avanzan las diligencias legales correspondientes. En su condición de menor de edad, el proceso se tramitará bajo el Código de Infancia y Adolescencia.

Mientras el país sigue esperando un parte oficial sobre la salud de Miguel Uribe Turbay, las autoridades avanzan en la reconstrucción de los hechos que rodearon el atentado. Todo indica que el caso apenas comienza, y que su esclarecimiento podría revelar redes más complejas de manipulación y violencia instrumentalizada contra menores.