Cárcel para ex militar que atacaba reiteradamente a sus vecinos

Jhon Leo Rocha cuenta con al menos cincuenta denuncias en su contra y ha sido señalado de abuso, uso indebido de prendas oficiales y de realizar disparos al aire.

Cárcel para ex militar que atacaba reiteradamente a sus vecinos

Luego de ser capturado por integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, en Mariquita, departamento del Tolima, Jhon Leo Rocha, el militar que le hizo la vida imposible a sus vecinos del conjunto residencial Heliconias, de Facatativá, durante al menos cinco años, fue enviado a prisión por orden de un juez, tras escuchar la solicitud de la Fiscalía General de la Nación

El ex militar tendrá que responder por los delitos de lesiones personales agravadas y daño en bien ajeno, y a otras cincuenta denuncias en su contra presentadas entre el 2017 y el 2023, según confirmó  el director de fiscalías de Cundinamarca, Carlos Manuel Silva.

“Uno de los hechos que se le endilga es el ataque a dos médicos, porque se presentaron demoras en la atención de una cita con un profesional de la salud. De acuerdo con la denuncia, una de las víctimas es una mujer que tenía cinco meses de embarazo y fue agredida en su vientre”, lamentó el fiscal.

Los abusos de Rocha fueron noticia, luego de que un automóvil, una moto y un jeep militar a su nombre fueran vandalizados, a manera de protesta, por los habitantes de las Heliconias, una vez la empresa de seguridad amenazara con dejar de prestar el servicio por cuenta de un episodio en el que amenazó con arma de fuego al personal de vigilancia.

“Estas personas habrían sido intimidadas por Rocha Bernal con armas de fuego y cortopunzantes. De acuerdo con los elementos materiales de prueba, evidencia física y la información legalmente obtenida, el investigado habría lesionado el bien jurídico de la integridad personal de varios ciudadanos y sus bienes”, agregó el director de fiscalías.

La pataleta de Rocha en audiencia: quiso golpear a los funcionarios del CTI con un extintor. De ahí que Rocha fue trasladado a audiencia,  agrediendo verbalmente los investigadores durante la captura y ya en sala, interrumpió varias veces a la jueza e intentó irse, según él, por no estar en presencia de su abogado.

La togada tuvo que llamarle la atención: “Hágame el favor y se sienta allí, escucha en silencio. No tiene por qué estar hablando, el derecho que le asiste es a guardar silencio”, exclamó la jueza.

Lejos de mostrarse arrepentido, amenazó a los agentes del CTI y estuvo a punto de golpearlos con un extintor de incendios que arrancó de la pared: “¿Cuál es la maricada o qué? Ahora sí que tranquilo, ¿cuál tranquilo? Ahora sí para que me judicialicen, ¿qué tal? No sea hijue…, tras de que se metió a la casa ¿y qué?”.

No una, sino varias fueron las veces que Rocha agredió al personal de seguridad del conjunto Heliconias y a sus vecinos. Pero, incluso, habiendo tenido que salir escoltado por agentes de la Unidad del Diálogo y el Mantenimiento del Orden (antiguo Esmad) siguió amenazando a propietarios y trabajadores, con audios, compartidos a través de aplicaciones de mensajería instantánea:

“¿Por qué no se metieron al apartamento? ¿Hijue@#$? ¿Por qué no se metieron? Porque sabían que lo que les corría pierna arriba, hijo de $%&#, era la de candela, ¿cierto? ¿Por qué no ingresaron, papi? ¿Por qué no ingresaron? ¿Por qué no ingresaron doble hijue@#$% al apartamento allá? Los estaba esperando era con candela, hijue@$%#”.

Antes de conocerse el trato que daba a sus vecinos, Rocha habría abusado de una exempleada y fue capturado en dos ocasiones: por disparara al aire, en 2011, e intentar ingresar a un batallón por la fuerza, vistiendo prendas de uso privativo de las Fuerzas Armas, en 2019.

Sin embargo, no parece haber aprendido nada; ya que, incluso, “al disculparse” amenazó con utilizar su arsenal de guerra (grandas, pistolas, machetes) a manera de venganza.

“Donde la gente se hubiera metido al apartamento, con legalidad lo digo: mato a esos triplehijue(...), fueron rompiendo, haciendo y deshaciendo (...). Después de que pusieran un pie en el apartamento, nos íbamos en volqueta. Soy consciente y la Policía sabía que tenía dos granadas de mano por si se desataba el mier(...), si nos tocaba volarnos, nos volábamos todos”.