Cardenales arrancaron con la procesión hacia la Capilla Sixtina para elegir al nuevo Papa, con la celebración del Cónclave
Con solemnidad, los 133 cardenales iniciaron este martes la procesión hacia la Capilla Sixtina, marcando el inicio del cónclave en el que se elegirá al sucesor de Pedro y nuevo líder de la Iglesia Católica.

Los 133 cardenales electores iniciaron la procesión que desde la Capilla Paulina les conducirá a la Capilla Sixtina, donde adelantarán en el cónclave que elegirá al 267 papa de la historia de la Iglesia Católica para una primera votación en busca del sucesor de Francisco.
Los cardenales se encaminaron hacia la Sixtina, tras permanecer cerca de 15 minutos en la cercana capilla Paulina para una oración inicial oficiada por el secretario de Estado, Pietro Parolin, primero de los cardenales obispos, pues el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, es mayor de 80 años y no puede participar en el cónclave.
Antes de la procesión, Parolin recordó en latín que entrarán en cónclave “para elegir al Romano Pontífice y que toda la Iglesia Católica está unida a ellos en oración invoca la gracia del Espíritu Santo para que sea elegido un digno pastor del rebaño de Cristo”.
Después comenzó la procesión, encabezada por la santa cruz, seguida de los miembros de la Capilla Musical Pontificia, algunos prelados y los ceremonieros, así como el Maestro de las Celebraciones Pontificias, Diego Ravelli, y el padre Raniero Cantalamessa, este último responsable de la meditación que escucharán los cardenales antes de votar.
Detrás iban los cardenales, en orden inverso de precedencia: primero los de la orden de los diáconos, seguidos de los presbíteros y de los obispos, mientras que respondían a la “Letanía de los santos”, en la que invocan la ayuda de los grandes santos de la historia del cristianismo.
La procesión salió de la Capilla Paulina, que recibe su nombre del papa Pablo III, quien hacia el año 1540 encargó su construcción y que cuenta con dos imponentes frescos de Miguel Ángel - “La conversión de San Pablo” y “La Crucifixión de San Pedro”- hasta llegar a la Sixtina, atravesando la Sala Regia.
También allí los cardenales electores concelebran la misa ‘De Spiritu Sancto’ todos los días del cónclave para invocar la ayuda de Dios.
Una vez que han entrado todos en la Sixtina, se invocará la ayuda del Espíritu Santo cantando el “Veni Creator” (“Ven Espíritu creador”), himno en latín con el que se solicita solemnemente su presencia y ayuda, y se procederá el juramento.