Carolina, la mujer que murió en los combates entre el Ejército y la Segunda Marquetalia
Esta mujer campesina era de Morales, Cauca, donde se adelantaron las honras fúnebres.
Carolina Calambás Rivera es ahora el rostro de las mujeres que ahora están en esta nueva guerra que se vive en el Cauca entre los grupos disidentes de las Farc y la fuerza pública colombiana.
Sí, esta ama de casa de 24 años de edad murió en medio de los combates que se registraron durante la pasada Semana Santa en el sector rural de La Cabaña, municipio de Argelia, al suroccidente del departamento. Ella militaba al interior de la Segunda Marquetalia.
"Como muchas mujeres caucanas, Carolina terminó en esta organización armada, y las razones de esto se desconocen, pero lo que sí es cierto es que otra vez las campesinas, indígenas, negras o amas de casa terminan en los grupos armados al margen de la ley porque les toca porque es la realidad violenta que vivimos de nuevo en nuestros territorios", expresaron amigos de Carolina.
Por eso ella, una joven madre de dos pequeñas, terminó participando en los enfrentamientos que se registraron en este punto de Argelia, donde fuerzas especiales del Ejército desplegaron todo su poder militar, tras la orden del gobierno de Gustavo Petro de atacar a estas estructuras disidentes.
Cinco integrantes de La Segunda Marquetalia perdieron la vida en estos combates. Carolina era uno de Los Márquez, como también se le conoce a esta facción disidente de las Farc en esta región del país. En estos enfrentamientos igualmente resultó herido su comandante, alias Villa o El Viejo, quien después fue capturado cuando recibía atención médica en un hospital de Popayán, capital del departamento.
"Ella era una chica de acá del sector de Matarredonda de Morales, era mamá de dos niñas, lo más seguro es que encontró en esta organización armada la forma de obtener los recursos para sostener a sus pequeñas, a sus demás familiares, pero terminó muerta", agregaron pobladores de Morales, otro de los municipios caucanos donde ahora se libra una intensa guerra entre estos actores armados.
Por eso, y luego que sus seres queridos reclamara su cadáver en Medicina Legal, en Popayán, Carolina Calambás Rivera recibió cristiana sepultura en el cementerio de Morales. La despidieron familiares, amigos, vecinos, los mismos que ahora deben convivir en medio de la violencia de una guerra que, en su momento, se pensó era cosa del pasado.
Como bien lo documentó el Comité Internacional de la Cruz Roja, Cicr, en su boletín humanitario 2024, el Cauca es ahora uno de los departamentos colombianos donde más se incrementaron las víctimas y las afectaciones a las comunidades por los conflictos armados que se registran en esta parte del país.
Para dicha organización internacional, en Cauca, Valle y Nariño existe un impacto directo de los ocho conflictos armados clasificados por el CICR, que sumado a la complejidad del contexto local y a las disputas territoriales entre los diversos actores armados, provocaron la agudización del sufrimiento de la población civil. Es la región con el mayor número de víctimas por desplazamiento, confinamiento, afectación por artefactos explosivos, desaparición de personas, entre otros fenómenos.
“Las consecuencias humanitarias son devastadoras y han dejado profundas heridas físicas y emocionales en varias generaciones. Por eso insistimos a las partes en conflicto en la importancia del cumplimiento del derecho internacional humanitario. El respeto de estas normas significa mucho para las personas afectadas por los conflictos armados, pues ayudaría a aliviar su sufrimiento”, afirmó Juan Carlos Carrera, jefe de la Subdelegación del CICR en Cali.
Por eso, más allá del debate del por qué Carolina Calambás Rivera militaba en la Segunda Marquetalia, lo que es claro para las comunidades caucanas es que ella es uno de los tantos rostros de cómo las mujeres son las víctimas directas de esta nueva guerra que se libra en la región.