Concejo de Popayán exige resultados: el 2025 no puede ser otro año perdido
El Concejo de Popayán dio inicio a su primer periodo de sesiones ordinarias de 2025 bajo la presidencia de Alexander Trujillo, quien asume el reto de liderar una corporación que enfrenta grandes desafíos en materia de control político y gestión pública.
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En su discurso de instalación, Trujillo enfatizó la necesidad de ejercer una vigilancia rigurosa sobre la administración municipal, exigiendo transparencia, eficiencia y cumplimiento de los compromisos adquiridos con la ciudadanía.
Ya no hay espacio para excusas. La paciencia se agotó y la ciudadanía espera soluciones concretas. La falta de ejecución presupuestal, la parálisis en proyectos estratégicos y la falta de liderazgo en diversas secretarías fueron el eje central de los pronunciamientos de varios concejales, quienes cuestionaron duramente la gestión del alcalde y su gabinete.
El 2024 quedó atrás como el "año de aprendizaje", pero los problemas estructurales persisten. Se denunció que varias secretarías cerraron el año con una ejecución presupuestal inferior al 30%, e incluso al 20%, lo que significa que millones de pesos quedaron sin invertirse mientras la ciudad sigue sumida en el atraso y la precariedad.
Uno de los temas más sensibles fue el abandono de los proyectos de infraestructura. Se han anunciado intervenciones en varias ocasiones, pero las obras siguen en el aire. El caso de la Calle 17 es el ejemplo más visible: tres anuncios y ningún avance. Lo mismo ocurre con el Puente de La Galería y el Centro de Bienestar Animal. Las promesas no sirven si no hay acciones concretas.
Además, la crisis de movilidad en la ciudad sigue siendo un dolor de cabeza para los payaneses. Accidentes fatales, calles colapsadas y una flota de buses obsoleta exigen respuestas inmediatas, no discursos vacíos. La comunidad exige saber cuándo se renovará la flota del transporte público y qué medidas se tomarán para evitar más tragedias.
Otro punto de tensión fue la cultura y el turismo, sectores estratégicos que parecen estar en el abandono. La falta de un secretario de Cultura es preocupante a las puertas de la Semana Santa, el evento más importante del municipio en términos de proyección internacional. La improvisación y el desgobierno en esta área son alarmantes, y los concejales exigieron una estrategia clara para que la ciudad aproveche su riqueza cultural en vez de desperdiciar oportunidades.
En términos de seguridad, la crítica fue aún más fuerte. Atentados, hechos de violencia y ausencia de estrategias claras reflejan el deterioro de la seguridad en la ciudad. Se cuestionó la inacción de la administración frente a la creciente percepción de inseguridad en las calles de Popayán.
La sesión dejó en evidencia que este año debe ser de resultados. Las justificaciones y las reuniones interminables ya no son aceptables. La ciudadanía demanda ejecución, transparencia y eficiencia. Popayán no puede permitirse otro año perdido en burocracia y promesas incumplidas. El mensaje del Concejo fue claro: o la administración municipal se pone a trabajar o la ciudad seguirá sumida en el caos y el estancamiento.
El alcalde Juan Carlos Muñoz recibió reconocimientos por asumir deudas históricas, como los $110.000 millones adeudados a los hermanos Solarte, pero también advertencias: “Si los secretarios no actúan, el fracaso será suyo”, sentenció el concejal José Alexander Campo. Con un semáforo en “amarillo tirando a rojo”, según el concejal Ausecha, Popayán enfrenta un año decisivo. Los concejales cerraron con un mensaje unificado: ejecutar el Plan de Desarrollo no es una opción, sino una obligación con una ciudad que clama por soluciones.
Así las cosas, Popayán inicia 2025 en una encrucijada: entre la esperanza de cumplir proyectos postergados y el riesgo de repetir errores. El Concejo promete vigilancia estrecha, pero la presión recae sobre la administración municipal. La ciudadanía, expectante, exige hechos, no discursos. Como resumió la concejala Silvia León: “Visitar comunidades para escuchar su dolor no basta; necesitamos obras que transformen su realidad”. El tiempo dirá si este periodo de sesiones marca un punto de inflexión.