Condenan a dos coroneles retirados por la "comunidad del anillo"
Por el delito de constreñimiento a la prostitución fueron sentenciados los coroneles (r) Jair Castellanos Soto y Wilmer Torres Orjuela, quienes hacían parte de una red dedicada a la explotación de uniformados en la Escuela de Cadetes General Santander.
El Tribunal Superior de Bogotá confirmó en un fallo de segunda instancia la condena contra los coroneles en retiro Jerson Jair Castellanos Soto y Wilmer Torres Orjuela, quienes hicieron parte de una red dedicada a la explotación sexual dentro de la Escuela General Santander de la Policía Nacional que se denominó en su momento como la ‘comunidad del anillo’.
De esta manera, fue confirmada la condena de 10 años y cinco meses de prisión contra los coroneles (r), por el delito de constreñimiento a la prostitución.
El pronunciamiento del alto tribunal se dio por la apelación que presentó la defensa de los condenados.
Entre los años 2005 y 2006 los entonces oficiales obligaron a los alféreces de la Escuela de Cadetes General Santander de la Policía Nacional a prostituirse a través de la red de explotación sexual que operaba.
Cinco alféreces denunciaron como los coroneles retirados acudieron con regalos e invitaciones para ganarse su confianza y posteriormente someterlos a vejámenes sexuales en la Institución.
Pese al temor que sentían por las amenazas decidieron denunciar ante la Fiscalía General de la Nación y de esta manera se destapó uno de los escándalos más fuertes de la Policía Nacional en su historia.
En agosto de 2023, el juez 41 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá condenó a los coroneles en retiro Jerson Jair Castellanos Soto y Wilmer Torres Orjuela, tras hallarlos culpables de las presiones indebidas que sufrieron los alféreces.
Precisamente, los magistrados consideraron que las pruebas presentadas durante el juicio fueron contundentes y que las víctimas fueron sometidas por las condiciones de jerarquía que tenían en ese momento los oficiales.
“Se probó que los acusados, en uso de la superioridad jerárquica sobre las víctimas, las constriñeron para salir de la Escuela e ir a sitios, en un contexto sexual, a cambio de dinero o dádivas. El elemento de coacción de mando para salir y acompañar a Castellanos fue ejercido por Torres. De Castellanos recibían ofertas de dinero o dádivas a cambio de tener sexo con él”, a partes del fallo.
Las víctimas salieron de manera irregular de la Escuela de Cadetes General Santander, puesto que se probó que no existía ningún registro oficial,
“Wilmer Torres, al ser superior de las víctimas, aprovechó ese mundo para manipular sus conciencias, con presiones para que accedieran a las pretensiones de Castellanos de intercambiar sexo por dinero u otros beneficios, lo que se define en el tipo penal”.
También se señaló que “Wilmer Torres, al ser superior de las víctimas, aprovechó ese mundo para manipular sus conciencias, con presiones para que accedieran a las pretensiones de Castellanos de intercambiar sexo por dinero u otros beneficios, lo que se define en el tipo penal”.
También se lee que, “Torres constriñó a las víctimas, obligándolas a contestar las llamadas y a ir a las salidas con Castellanos, y de manera directa, a (protege nombre de la víctima) le pidió que accediera a tener sexo con Castellanos y de forma burlesca le dijo que pusiera la foto de una mujer en la pared (...) El bien de la libertad e integridad sexual se afectó porque por los constreñimientos de Torres, en las que siempre recalcó el poder de Castellanos, generó en las víctimas una presión indebida, infundiendo temor en relación con su carrera policial futura”.