Controversia en el Hospital San José por denuncia de madre de niño con discapacidad
En las últimas horas, un video que circula en redes sociales ha generado preocupación y debate en la comunidad de Popayán.
Una madre de familia denunció la falta de humanidad por parte del doctor Joaquín Olmedo Paz, otorrinolaringólogo del Hospital San José, tras presuntamente negarse a atender a su hijo, Jorge Eduardo, un niño en estado de discapacidad.
En su denuncia, la madre relata que, tras llegar a tiempo para la consulta, encontró que el ascensor para personas con discapacidad estaba fuera de servicio. Al intentar acceder al consultorio del doctor Paz, se encontró con la negativa del médico a realizar la consulta, a pesar de que aún faltaban 20 minutos para la cita programada. Ante esta situación, la madre expresó su descontento por la falta de sensibilidad del personal médico y cuestionó la calidad humana del especialista.
Por su parte, el doctor Joaquín Olmedo Paz rechazó categóricamente las acusaciones. En sus declaraciones, Paz afirmó que no conocía a la madre y que esta llegó tarde a la cita, lo que hizo imposible la consulta. Además, expresó su sorpresa y consternación por lo que considera un ataque injustificado a su reputación.
La situación también ha generado diversas opiniones en grupos de WhatsApp de periodistas locales. Rubén Darío Zúñiga, uno de los miembros del grupo, defendió la integridad del doctor Paz, describiéndolo como un profesional serio y comprometido. Otros periodistas, como Camilo Fajardo, manifestaron su incredulidad ante las acusaciones, destacando la larga trayectoria del médico y su historial de servicio a los más desfavorecidos.
Este incidente pone de relieve la importancia de la comunicación y la empatía en la relación médico-paciente, especialmente en casos tan sensibles como la atención a personas con discapacidad. Aunque la situación aún no ha sido esclarecida en su totalidad, queda claro que tanto las instituciones de salud como los profesionales que en ellas laboran deben trabajar en conjunto para garantizar un trato digno y respetuoso a todos los pacientes.
En este caso, es crucial recordar que las redes sociales, aunque son una herramienta poderosa para visibilizar situaciones de injusticia, también pueden amplificar conflictos que requieren un análisis más profundo. La reputación de un profesional de la salud es un bien valioso, y es importante que cualquier acusación se maneje con la debida responsabilidad, asegurando que se investiguen los hechos con objetividad y se respeten los derechos de todas las partes involucradas.
Es también un llamado a las instituciones de salud para que refuercen sus mecanismos de atención y respuesta, particularmente cuando se trata de pacientes con condiciones especiales, como es el caso de Jorge Eduardo. La calidad humana en el servicio no debe ser una opción, sino una prioridad en todo momento.
La comunidad debe mantenerse atenta a los desarrollos de este caso, esperando que se logre una resolución que privilegie la verdad y el bienestar de quienes confían en los servicios de salud.