Coosalud: $433.000 millones de la salud de los colombianos que al parecer terminaron en manos de los más ricos del país

El Superintendente de Salud de Colombia, Giovanny Rubiano, y la Supersolidaria, María José Navarro, presentaron en una rueda de prensa los principales hallazgos de las intervenciones a la EPS Coosalud, la quinta EPS más grande del país, y a la Cooperativa Coosalud.

“Hay riesgo de posible lavado de activos de esta cooperativa”, señaló Navarro tras las respectivas verificaciones de los estados de cuenta de estas entidades.

En estas intervenciones hay tres actores clave: Coosalud Inversa, una empresa privada, EPS Coosalud, que funciona principalmente en el Caribe, y la Cooperativa Coosalud. Todas compartían un mismo representante legal: Jaime González Montaño, quien figuró al frente de la EPS hasta noviembre de 2024.

Giovanny Rubiano, quien inició la rueda de prensa asegurando que las “situaciones adversas en el sector salud se perpetúan y parece no tener un final”, presentó hallazgos adicionales a los del pasado 6 de diciembre.

Hay que recordar que ese día se conoció que habían encontrado que Coosalud EPS “sirvió como garante” en un crédito a nombre de Coosalud Inversa, una empresa privada, en diciembre de 2022.

La deuda fue por $221.000 millones, pero, antes de la intervención de la EPS se habría notificado un incumplimiento de pagos, por lo que, al final, se terminaron embargando $206.000 millones “con dineros públicos de la salud”, denunció la Supersalud.

Además, dijo Rubiano, encontraron que Coosalud EPS le prestó $10.000 millones a Inversa S.A. para comprar una casa. Después, la EPS le pagaba cada mes $1.000 millones a Inversa S.A. por el arriendo de este inmueble.

“Entre lo pagado por el crédito que se siniestró, porque el fiador de los recursos era Coosalud EPS, y unos débitos entregados por el contador, la EPS, al final, tiene una deuda de $433.000 millones”.

Navarro, luego en su intervención, señaló que, al parecer, estas tres empresas han estado maquillando sus estados financieros y, al parecer, habían estado realizando operaciones irregulares entre estas tres compañías.

“La cooperativa no está presentado la misma información a todas las entidades”, señaló Navarro y explicó que hay varias inconsistencias con los datos entregados. Un ejemplo de ello está relacionado con el número de acciones que tiene tanto la cooperativa e Inversa en la EPS.

Según dijo Navarro, “hay una inconsistencia casi del 50%. Por solo poner un ejemplo, en 2021, la cooperativa reportó 908 acciones en la EPS, pero en la EPS reportó 1886 acciones”. Esta inconsistencia, a los ojos de la supersociedad, ha producido que no se conozca con certeza la realidad financiera de la cooperativa y de la EPS.

También, hay algunas inquietudes con respecto al pago de unos pasivos. “La cooperativa hace una venta de acciones a Inversa S.A a cambio de que esta le pague los pasivos a la cooperativa. La superintendencia no conoce esta información, ni a que se deben esos pasivos, ni por qué está asumiendo ese dinero”, aseguró Navarro y añadió que, en 2023, los pasivos ascendían a $304.000 millones.

Por último, Navarro advirtió que había un posible riesgo de lavado de activos en la cooperativa y, añadió, muestra de ello es que en 2023 encontraron más de $3.000 millones en consignaciones sin identificar. Ahora, anotó, el objetivo de las investigaciones es entender “a dónde se han ido esos recursos públicos”.

Hay que tener presente que la EPS Coosalud, con 3,2 millones de afiliados en 23 departamentos del país, fue intervenida por la Superintendencia Nacional de Salud el pasado 22 de noviembre.

La determinación, según contó la entidad en ese entonces, se tomó “luego de hallar deficiencias administrativas, financieras, asistenciales y jurídicas, las cuales vienen afectando significativamente la prestación de los servicios y poniendo en riesgo la integridad y seguridad de sus afiliados”.

Además, la Supersalud encontró deficiencias en la identificación temprana del riesgo obstétrico, debilidades en la garantía del registro oportuno de las dosis administradas a sus afiliados y deficiencias en la implementación de la ruta de enfermedades huérfanas.

También halló un incremento en la tasa de reclamaciones en salud (destacándose las dificultades para la asignación de citas médicas), la falta de oportunidades o entregas incompletas de medicamentos y las fallas administrativas propias de la operación de la entidad.

A esta intervención, se le suma que el pasado 18 de diciembre la Superintendencia de la Economía Solidaria (Supersolidaria), por medio de una resolución, ordenó “la toma de posesión inmediata de los Bienes, Haberes y Negocios” de la Cooperativa Coosalud, accionista de la EPS Coosalud. Esta medida se toma luego de una visita realizada por la entidad entre el 19 al 22 de noviembre de 2024.

De acuerdo con la resolución, una de las razones por las que se intervino la cooperativa es porque en los últimos años hubo una omisión en el reporte de estados financieros consolidados, en las revelaciones consolidadas y en el listado de inversiones en subsidiarias. Esta información la debía suministrar de forma obligatoria la Cooperativa Coosalud a través del Sistema Integrado de Captura de la Superintendencia de Economía Solidaria (SICSES), pero, no lo hizo entre 2017 y 2023.

Esta omisión, se lee en la resolución, “ha impedido conocer la situación financiera, los resultados de las operaciones, los cambios en el patrimonio, así como los flujos de efectivo de la matriz o controlante y sus subordinadas o controladas”.

La resolución también señala una renuencia por parte de la cooperativa al entregar documentación requerida por la Supersolidaria y “graves” inconsistencias en las notas a los estados financieros de la Cooperativa Coosalud en comparación con los estados financieros de la EPS Coosalud. Además, en la visita encontraron que se estaba utilizando a la Cooperativa como vehículo para la habilitación financiera y cumplimiento de los indicadores financieros de Coosalud EPS.