“Cuídese mucho: en palacio hay traidores que acechan con dagas peligrosas. Un abrazo”, el mensaje de Eduardo Montealegre al renunciar como ministro de justicia

El funcionario presentó en las últimas horas el borrador de la propuesta para una asamblea constituyente, iniciativa defendida por el Gobierno Petro, después renunció a ese cargo.

“Cuídese mucho: en palacio hay traidores que acechan con dagas peligrosas. Un abrazo”, el mensaje de Eduardo Montealegre al renunciar como ministro de justicia



Eduardo Montealegre, presentó formalmente su renuncia como ministro de Justicia y del gabinete del presidente Gustavo Petro este viernes, 24 de octubre.

A través de una misiva, expresó sus principales razones para salir del cargo justo después de presentar el proyecto de ley para instalar una Asamblea Nacional Constituyente.

Según se lee en la carta, su motivación para renunciar responde a querer continuar la disputa judicial contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, recientemente absuelto en segunda instancia en el proceso por soborno en actuación penal y fraude procesal. Montealegre considera que dicho fallo a favor del exmandatario es un prevaricato.

“Presento a usted, a partir de la fecha, renuncia “irrevocable” a mi cargo de ministro de Justicia y del Derecho. Una sola razón motiva mi retiro: la profunda indignación por el prevaricato en que incurrió el Tribunal de Bogotá al absolver un criminal de guerra, un corrupto: Álvaro Uribe Vélez. Un ilícito avalado por el establecimiento de Colombia y un premio nobel de la paz servil ante él, pusilánime", se lee en la carta.

Montealegre, quien fue fiscal general de la Nación entre los años 2012 y 2016, es además una de las víctimas acreditadas en el caso en contra del expresidente.

“Como víctima de Uribe, debo retomar el ejercicio de mis derechos para impedir que sus actos queden en la impunidad. Esto implica que, es mi deber, acudir a los tribunales internacionales para clamar por el fin de su violencia sistemática contra el pueblo humilde y trabajador. Es predecible que la Corte Suprema, cooptada por el verdugo de la justicia que en el pasado la ultrajo y doblego, lo absuelva. También es claro que, la Fiscalía General de la Nación, no actuara para sancionar los delitos de lesa humanidad del Aro y la Granja realizadas por Uribe, ni las vinculaciones de él y su familia con el paramilitarismo. Uribe es al amo de la justicia, y ella, como esclava, se inclina sumisa ante su inmenso poder. Yo no lo hare”, expresa Montealegre.

En su carta de renuncia, Montealegre también le envió un mensaje al procurador general, Gregorio Eljach, con quien han aumentado las tensiones por las investigaciones que se han abierto en su contra en las últimas semanas. “Necesito total libertad para continuar a la caza de un criminal que anda, y seguirá, por ahora, suelto. Protegido también en este momento por un funcionario oscuro, aliado del abogado mafia: el procurador general de la nación, perteneciente a la clase política más corrupta del país”, agrega el exministro de Justicia.

En relación con este caso en particular, el pasado 16 de octubre, la Procuraduría General de la Nación anunció la apertura de una indagación disciplinaria en contra de Eduardo Montealegre, por posible “intromisión indebida en la administración de justicia, vulneración de la autonomía judicial y afectación de garantías fundamentales” en el proceso penal en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez.

El documento de la Procuraduría plantea la decisión de abrir la indagación en contra del entonces ministro del gobierno Petro se tomó después de que el propio Uribe Vélez radicara una queja ante el Ministerio Público. En ella argumentó que Montealegre estaría enviando mensajes de WhatsApp que podrían afectar el proceso penal en su contra y que cuestionaban indebidamente a personas que han opinado sobre el caso.

Antes de concluir su carta de renuncia, Montealegre se refirió a la constituyente que presentó justo un día antes de abandonar el cargo. El proyecto de ley busca convocar a las personas a las urnas para que respondan dos preguntas.

La primera preguta sería: “¿Está de acuerdo con convocar a una Asamblea Constituyente que sesionará durante 3 meses contados desde su instalación, la cual ocurrirá 30 días calendario después de la declaración de la elección de sus delegatarios por parte del Consejo Nacional Electoral, con las siguientes características: estará integrada por 71 delegatarios elegidos por votación popular?" e incluye la descripción de cómo serían los delegatarios.

Y la segunda pregunta: “¿Está de acuerdo con que la Asamblea Constituyente reforme la totalidad de la Constitución Política, no revoque al Congreso, tenga como límites los compromisos previos en materia de tratados internacionales sobre derechos humanos, las normas del Ius Cogens, la prohibición de retroceso en materia de derechos fundamentales, así como el respeto al principio de no regresividad en derechos sociales?“.

“La constituyente de iniciativa popular es el único camino que nos queda para derrotar establecimiento y la nueva gobernanza paramilitar que quiere imponerse de nuevo sobre nuestro país. Gobernanza liderada por Álvaro Uribe, amparado por sectores de la justicia”, dijo Montealegre en su misiva.

El cierre de la carta de renuncia es una advertencia al presidente Gustavo Petro: “Cuídese mucho: en palacio hay traidores que acechan con dagas peligrosas. Un abrazo”.