De la Gobernación y la Alcaldía al congreso: Larrahondo y López Castrillón estarian en la contienda electoral

¿Un voto de confianza? Reflexión sobre las aspiraciones de Elías Larrahondo y Juan Carlos López Castrillón al Congreso

De la Gobernación y la Alcaldía al congreso: Larrahondo y López Castrillón estarian en la contienda electoral

El anuncio de las candidaturas de Elías Larrahondo Carabalí y Juan Carlos López Castrillón al Congreso de la República nos obliga a hacer una pausa y reflexionar sobre el legado que ambos dejaron en sus respectivos mandatos y lo que esto significa para el futuro del Cauca y de Popayán.

A medida que se acercan las elecciones para el Congreso de la República, las candidaturas de Elías Larrahondo Carabalí y Juan Carlos López Castrillón han generado un debate necesario entre los caucanos, y particularmente entre los payaneses. Estos dos exgobernantes, que ahora buscan un nuevo rol en la política nacional, dejaron un legado que merece ser examinado a fondo, especialmente en lo que respecta a su relación y el impacto que tuvieron o no tuvieron en nuestra región.

Cuando Elías Larrahondo asumió la gobernación del Cauca, muchos vimos en su elección un paso significativo hacia la superación del racismo y el clasismo que, por años marcaron nuestra región. Larrahondo representaba la esperanza de un Cauca más inclusivo, donde las barreras raciales y económicas pudieran comenzar a desdibujarse.

Sin embargo, durante su mandato, los payaneses no vieron en él un apoyo decidido a la capital del departamento. Popayán, siendo la ciudad más poblada y el centro administrativo del Cauca, esperaba un respaldo claro en iniciativas y proyectos que beneficiaran a sus habitantes. Lamentablemente, esa expectativa no se cumplió. Larrahondo no impulsó acciones concretas en favor de Popayán, y la relación entre el gobierno departamental y la administración municipal, liderada por Juan Carlos López Castrillón, fue percibida como débil e ineficaz.

Este distanciamiento es algo que los payaneses no debemos olvidar al momento de ejercer nuestro derecho al voto. Como capital del Cauca y con una población que representa la mayoría de los votantes en el departamento, Popayán necesita líderes que reconozcan su importancia y trabajen activamente por su desarrollo. El hecho de que Larrahondo no haya apoyado con firmeza a Popayán durante su gobernación es un punto que debemos considerar seriamente. ¿Podemos confiar en que lo hará desde el Congreso?

En nuestra humilde opinión, lo que más nos duele del período de Elías Larrahondo como gobernador de los caucanos es que no supo interpretar la esencia de nuestro departamento como un solo pueblo. Esa esencia, sin duda, radica en nuestra diversidad y riqueza cultural, que se expresa en la convivencia armoniosa de múltiples etnias, tradiciones y formas de vida. El Cauca es un mosaico de comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas y mestizas, cada una con su propia historia y cosmovisión, pero todas unidas por un profundo sentido de pertenencia a la tierra y una lucha compartida por la dignidad y la justicia.

Bajo el gobierno de Larrahondo, lejos de unirnos como caucanos, su liderazgo careció de la fuerza y visión necesarias para tejer los lazos que podrían haber fortalecido la cohesión social y cerrado las divisiones entre etnias, clases sociales y comunidades. En lugar de ello, estas divisiones se profundizaron, dejando un sabor amargo en muchos que habían puesto su confianza en él.

Por otro lado, la administración de Juan Carlos López Castrillón en Popayán estuvo marcada por una serie de decisiones que, en lugar de beneficiar al bien común, parecieron favorecer intereses privados. Su nombre está hoy asociado a la cuestionada empresa 'Ciudad Moderna', cuya creación y gestión han dejado más preguntas que respuestas.

Más preocupante aún es que, durante su mandato, se esperaba que cumpliera su promesa de campaña de recuperar los servicios de tránsito para el municipio, especialmente considerando las presuntas irregularidades en la firma del convenio interadministrativo con Emtel y Quipux S.A. para la prestación de servicios de la Secretaría de Tránsito Municipal. Además, se esperaba que tomara medidas contundentes contra el abuso en las tarifas de Urbacer, la empresa encargada de la recolección de basuras. Sin embargo, su inacción en estos frentes cruciales ha dejado a la ciudadanía con una profunda sensación de frustración y desilusión.

Bajo la administración de Juan Carlos López Castrillón en Popayán, continuó la preocupante tendencia de privatizar servicios y recursos clave, una práctica que ha demostrado ser perjudicial para los intereses de la ciudadanía. A diferencia de ciudades como Medellín, donde los distintos alcaldes que asumen en cada período de gobierno compiten por demostrar quién tiene el mejor liderazgo y visión transformadora, en nuestra capital parece que la competencia se ha centrado en quién es más eficiente en entregar el patrimonio público a manos privadas

Esta inclinación hacia la privatización no solo ha afectado la calidad de los servicios que se ofrecen a los payaneses, sino que también ha erosionado la confianza de la comunidad en sus líderes locales, quienes parecen más interesados en favorecer a unos pocos que en trabajar por el bienestar colectivo.

Ahora, tanto Larrahondo como López Castrillón buscan un nuevo capítulo en sus carreras políticas, esta vez en el Congreso de la República. Como caucanos, debemos preguntarnos si estos dos exgobernantes realmente merecen nuestro voto de confianza. Es un momento para recordar y reflexionar sobre su legado si lo hubo.

El Cauca y Popayán enfrentan desafíos históricos que requieren de líderes con visión, integridad y, sobre todo, un compromiso genuino con el bienestar de todos sus habitantes. La decisión que tomemos en las urnas definirá no solo el futuro inmediato, sino también el camino hacia una región más justa y equitativa. Que esta reflexión nos guíe al momento de emitir nuestro voto.

Estos fueron algunos ANUNCIOS que, en su momento, se hicieron para transformar nuestro territorio. Sin embargo, resultan sorprendentemente similares a los que hoy hace el presidente Petro. La realidad, lamentablemente, sigue siendo la misma, tanto bajo gobiernos de derecha como de izquierda: los caucanos solo recibimos ANUNCIOS, promesas y no acciones concretas que realmente transformen nuestro territorio y mejoren nuestra calidad de vida.

En este contexto, es crucial que tanto el actual gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, como el alcalde de Popayán, Juan Carlos Muñoz Bravo, tomen acciones decisivas que demuestren un verdadero compromiso con los intereses públicos y el bienestar de sus ciudadanos.

Guzmán debe enfocarse en revertir la fragmentación social y étnica que ha dejado un legado de división, promoviendo políticas que unan a los caucanos y fortalezcan el tejido social del departamento.

Por su parte, Muñoz Bravo tiene la responsabilidad de romper con la tendencia a la privatización indiscriminada, priorizando la protección del patrimonio público y buscando modelos de gestión que realmente beneficien a la mayoría.

Ambos líderes deben trabajar en sintonía para restaurar la confianza de la comunidad, demostrando que están dispuestos a liderar con transparencia, integridad y un claro enfoque en el desarrollo inclusivo y equitativo de Popayán y el Cauca.

#Esperanza  #FE #AlQueCreeTodoLeEsPosible