De los anuncios a la acción: El clamor del Cauca por la transformación real
Cauca Confía, Pero Exige: Que las Promesas del Gobierno se Cumplan
El pasado 21 de junio, el Gobierno Nacional bajo la dirección del Presidente Gustavo Petro, lanzó con bombos y platillos la "Misión Cauca", una iniciativa presentada como la punta de lanza para transformar los territorios y consolidar la paz total en una de las regiones más golpeadas por la violencia y la exclusión social en Colombia. El reciente anuncio del 31 de agosto sobre la creación de una sede alterna del Ministerio del Interior en Popayán, sumó un nuevo capítulo en lo que parece ser un renovado interés del Gobierno por el Cauca. Sin embargo, a pesar de la grandilocuencia de estos anuncios, desde el Cauca, un departamento que ha sido bastión del Petrismo, no podemos evitar elevar nuestra voz crítica.
Aplaudimos la intención de crear mecanismos de intervención coordinada, de unir a las comunidades y de articular esfuerzos entre el gobierno central y local para afrontar los desafíos históricos del Cauca. La promesa de transformar este territorio a partir de la seguridad humana, el desarrollo integral y el empoderamiento económico de sus habitantes es, sin duda, un objetivo loable. Pero, lamentablemente, hasta el momento, todo esto se queda en el terreno de las promesas.
Las comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas, y los demás habitantes del Cauca, que han sido testigos y víctimas de la violencia, la desigualdad y la falta de oportunidades, necesitan más que palabras. Necesitan acciones contundentes, resultados palpables que cambien su realidad diaria. No es suficiente anunciar la creación de misiones, mesas de trabajo o sedes ministeriales; es imprescindible que estas se traduzcan en políticas efectivas, en proyectos que se materialicen y en una verdadera transformación social y económica.
La historia nos ha enseñado que las grandes transformaciones no se logran con discursos, sino con hechos. El Cauca ha sido testigo de innumerables anuncios que han quedado en el aire, de promesas que nunca se cumplieron. Este departamento, que ha sido uno de los principales apoyos del proyecto político del presidente Petro, merece algo mejor. Merece que estas iniciativas sean una realidad y que no se conviertan en otro ejemplo de promesas incumplidas.
Es hora de que el Gobierno Nacional ponga manos a la obra, de que se asignen los recursos necesarios, de que se ejecuten los proyectos, y de que se priorice al Cauca en la agenda nacional, no solo en el discurso, sino en la práctica. La transformación del territorio solo se logrará con el poder popular, pero también con un gobierno que esté comprometido con su pueblo, que escuche sus necesidades y que actúe en consecuencia.
El Cauca sigue confiando en el proyecto de cambio del presidente Petro, pero esa confianza no es infinita. Necesitamos ver resultados concretos, necesitamos ver que la "Misión Cauca" y la sede del Ministerio del Interior no son solo anuncios vacíos, sino el inicio de una verdadera transformación que brinde una mejor calidad de vida para todos los caucanos.
Desde esta tierra que tanto ha dado al país, pedimos al Gobierno que no nos defraude, que haga de estas promesas una realidad y que demuestre con hechos su compromiso con el Cauca. Porque solo así podremos seguir creyendo en que el cambio es posible.