Desorden social, ambiental y cultural en Popayán
Los cambios en la población, producto de la transición demográfica, son cada vez más notorios en nuestra ciudad y en nuestro Departamento.
Por: Andrés Felipe Sánchez Grijalba
Estos cambios y la falta de oportunidades laborales han generado, entre otros, un alto índice de inseguridad y un aumento de falta de oportunidades para satisfacer las necesidades básicas, generando una serie de situaciones que afectan de manera vital a la ciudadanía, y específicamente a los habitantes de nuestro municipio.
Para el caso específico de Popayán relacionado con la inseguridad y los bloqueos que se presentan de manera cotidiana, los ciudadanos nos sentimos desamparados, sin protección y casi sin derechos porque la mayoría de las veces se garantizan más los derechos de quienes infringen la Ley, que los derechos de los ciudadanos que somos víctimas de ellos. ¿Dónde está la Ley y la justicia? ¿Dónde están los castigos o acciones penales para quienes las infringen? ¿Por qué no se nota la presencia y la acción de la policía en la ciudad? ¿Dónde están, a qué se dedican las autoridades?
Transitar en Popayán se ha convertido en un desafío en donde encontramos factores que afectan visual, ambiental y socialmente.
Por la falta de cultura, control ambiental y de Políticas Públicas que contribuyan al factor social, ya es normal evidenciar en varias partes de Popayán este tipo se situaciones, afectando nuestro entorno y culturalmente a los habitantes de Popayán.
Como hijo, esposo y padre, me preocupa la suerte de mi familia y la de muchos más, cuando se exponen en las calles de nuestra ciudad frente a ladrones, drogadictos, conductores en alto estado de alcoholemia y a altas velocidades. Como ciudadanos estamos desamparados por la autoridad y ya no tenemos credibilidad en las instituciones, lo cual en muchos casos genera que las personas erróneamente intenten hacer justicia por su cuenta.
Actualmente los políticos están centrados en hacer poder, más que en trabajar por el Bienestar de los ciudadanos, dejando a un lado la parte social, cultural y de seguridad.
Vale la pena hacer un llamado a la clase dirigente, a los políticos para que hagan un ejercicio del poder que redunde en el bienestar de los ciudadanos; para que orienten el diseño de políticas públicas que fortalezcan los aspectos sociales, ciudadanos y culturales que generen una sana convivencia y cultura ciudadana.
Por estas razones, que son evidentes cada día, solicitamos que los dirigentes políticos y las autoridades trabajen más por la comunidad, ya que como ciudadanos nos encontramos desamparados.
Los invito a reflexionar y a pensar en nuestro futuro, no debemos permitir tanta injusticia con el pueblo y los ciudadanos.