Disidentes de las Farc asesinaron a su propia comandante, alias Lorena; todo por un acto de celos
La señalada disidente, acusada de reclutar menores indígenas y coordinar ataques en Caquetá, Amazonas y Putumayo, fue forzada a suplicar por su vida antes de recibir dos disparos en la cabeza.
Alias Yeny Lara llevaba tres días de recorrido en la selva cuando recibió la orden de instalar una pequeña base para descansar, tomar una pausa. Exhausta, tendió su hamaca y cayó rendida, sin imaginar que esa sería la noche en que sus propios compañeros de armas, un total de 8 hombres enviaron para escoltarla, la ejecutarían a sangre fría.
Los hombres asignados a su seguridad, según inteligencia del Ejército, ya tenían la luz verde y se apresuraron a informar a alias Lorena, pareja del máximo jefe de las disidencias de las Farc, Iván Mordisco, que el objetivo estaba dormido, descanaba, y podían cumplir la misión. Sin embargo, la respuesta los sorprendió. “No la asesinen dormida", fue la orden inmediata, ya que antes quería oírla suplicar.
La despertaron a la fuerza, entre gritos, empujones. Aún confundida, uno de los disidentes le acercó un teléfono satelital al oído. Al otro lado de la línea estaba Lorena, con quien sostuvo apenas dos minutos de conversación. Esos minutos fueron suficientes para que alias Yeny entendiera el desenlace de la supuesta misión a la cual la habían enviado. Temblando y llorando, rogó por su vida, ofreció dinero, vehículos, propiedades e incluso información valiosa para las disidencias, pero nada funcionó.
Los hombres a cargo de su seguridad la amarraron y, sin más espera, uno de ellos accionó un fusil automático. Dos tiros certeros a la cabeza sellaron su destino y murió de inmediato en medio de la selva.
Para eliminar cualquier rastro de duda, los sicarios fotografiaron el cadáver y enviaron las imágenes a alias Lorena. Luego vino la operación de engaño, teniendo en cuenta que desde los mandos de las disidencias se difundió la versión falsa de un bombardeo militar que causó la muerte de alias Yeny, mientras sus restos fueron escondidos terminaron enterrados para reforzar la mentira.
Alias ‘Yeny Lara’ no era una combatiente menor dentro de la estructura de las disidencias al mando de alias ‘Iván Mordisco’. Durante años fue investigada por la Fuerza Pública por reclutamiento de menores indígenas, homicidios selectivos y la coordinación de ataques con explosivos en Caquetá, Amazonas y Putumayo.
Su conocimiento de las rutas ilegales y su influencia en la tropa la habían convertido en una pieza clave del engranaje criminal.