Dos años del gobierno de Gustavo Petro y el impacto en el Cauca
El 7 de agosto de 2024, Gustavo Petro cumplió dos años desde su posesión como presidente de Colombia, un hecho que marcó la historia de la nación, siendo la primera vez que un gobierno de izquierda asumía las riendas del país.
El Cauca, un departamento con una historia de rebeldía y resistencia, votó masivamente por Petro con la esperanza de que su gobierno trajera la transformación y las soluciones necesarias para mejorar la calidad de vida en la región. Sin embargo, al llegar a la mitad de su mandato, el balance para el Cauca muestra una brecha preocupante entre las promesas hechas y las realidades experimentadas por sus habitantes.
Uno de los anuncios más esperados fue el relacionado con la construcción de la vía al mar, una promesa reiterada por el presidente Petro el 26 de enero de este año. Este proyecto, que busca conectar el mundo andino con el océano Pacífico a través de 40 kilómetros de carretera, simboliza el anhelo de desarrollo e integración de una región históricamente marginada. Sin embargo, hasta la fecha, la obra no ha pasado de ser un anuncio. Esta situación genera incertidumbre y desilusión entre los caucanos, quienes ven cómo se repite el patrón de promesas no cumplidas.
El gobierno de Petro ha sido defendido por quienes se benefician del "gobierno del cambio", llegando incluso a descalificar a aquellos que, sin estar condicionados por prebendas, alzamos nuestra voz para exigir que el presidente atienda las necesidades reales de un departamento que ha sido fiel en su apoyo electoral.
Sin embargo, tenemos plena confianza en que los caucanos, quienes llevamos en nuestra genética una tradición de protagonismo en las grandes luchas sociales del país, continuaremos defendiendo nuestros derechos. Como semillero de líderes independentistas y luchadores por los Derechos Humanos, desde la abolición de la esclavitud, el voto femenino, hasta la defensa de los derechos indígenas, el legado de Popayán y el Cauca es invaluable para entender la historia de Colombia. Somos un pueblo que no se rinde y seguimos librando batallas sociales, defendiendo los derechos humanos y construyendo una identidad nacional.
No obstante, los desafíos persisten, como la desigualdad social, la violencia y la discriminación. Si estos problemas no se abordan en los dos años que restan del gobierno Petro, deberemos replantearnos a quién apoyar en las próximas elecciones al Congreso y a la Presidencia de Colombia, que ya están a la vuelta de la esquina.
Un episodio trágico que subraya la corrupción que permeo al gobierno Petro en la región fue la avalancha en Rosas, Cauca, que destruyó viviendas, tierras agrícolas y dejó a muchas familias sin hogar. Vale la pena destacar que el mismo el presidente Gustavo Petro reconoció “el robo” de los recursos para atender a los damnificados de la avalancha registrada en Rosas, Cauca, a principios de 2023.
“Pido perdón a los pobladores de este municipio, se robaron el dinero para atenderlos tras ser víctimas de la avalancha, pero hay otra gran afectación, hubo un esfuerzo para echar cemento, construir el puente, pero no para atender a las personas que perdieron sus casas”, expresó el mandatario en un tono bajo de voz.
El pueblo caucano no puede conformarse con promesas vacías. Debemos recordar las luchas históricas que hemos librado y las deudas que aún están pendientes. A dos años de su gobierno, Gustavo Petro no ha comenzado a pagar la deuda histórica que Colombia tiene con el Cauca. La esperanza de transformación se desvanece en medio de la inacción y los anuncios incumplidos, dejando al departamento en una situación crítica que exige una respuesta urgente y efectiva por parte del gobierno nacional.