El atraso educativo en Popayán: ordenan el cierre de las jornadas de la tarde en el Colegio Ulloa y el Colegio Tomás Cipriano
Cada vez más se agudiza la crisis social y cultural de la capital del Cauca, más con decisiones que surge de las mismas autoridades locales, como lo denuncia la comunidad en esta nota que nos comparten y reproducimos.

Este mes, la ciudad de Popayán recibió una noticia que, aunque no ocupó grandes titulares, deja una profunda huella en el corazón de nuestra comunidad educativa: el cierre de las jornadas de la tarde en el Colegio Ulloa y el Colegio Tomás Cipriano.
Dos instituciones con trayectoria, con historias llenas de esfuerzo, sueños y lucha social, han visto cómo sus espacios para la formación de cientos de jóvenes se reducen en silencio.
No se trata solo de un reacomodo administrativo ni de una decisión logística: es una señal preocupante del debilitamiento progresivo de la educación pública en nuestra ciudad. Las jornadas de la tarde no solo ofrecían acceso a más estudiantes, sino que también eran una respuesta a las realidades sociales y económicas de muchas familias que dependen de estas alternativas para que sus hijos puedan estudiar.
¿Qué ocurre cuando una ciudad comienza a cerrar las puertas del conocimiento? ¿Qué mensaje le estamos enviando a los jóvenes?
Estas decisiones deben movernos a la reflexión, pero también a la acción. ¿Dónde están las políticas públicas que garanticen el acceso pleno a la educación? ¿Qué esfuerzos se están haciendo para fortalecer, no reducir, la capacidad de nuestras instituciones?
La educación no puede seguir siendo la variable de ajuste de los problemas presupuestales. Cuando se apagan las aulas, se apagan también oportunidades, futuros posibles y caminos hacia un mejor mañana. Popayán merece escuelas abiertas, vivas y comprometidas. No dejemos que el cierre de estas jornadas pase inadvertido.