El bochorno político que avergüenza al Cauca

El enfrentamiento entre congresistas que pone en evidencia la crisis política en el Cauca

El bochorno político que avergüenza al Cauca

El escenario político del Cauca volvió a teñirse de vergüenza tras una lamentable escena protagonizada por dos de sus representantes: el senador Paulino Riascos y el representante Jorge Bastidas. En un audio que ya circula ampliamente, Riascos no solo se refiere a Bastidas como un "perro faldero", sino que amenaza con "no meterle la mano" en un tono que refleja la miseria moral de algunos de nuestros supuestos líderes.

La confrontación, que estuvo a punto de terminar en golpes, se dio al término de una sesión clave de las Comisiones Económicas en las que se negó el monto del Presupuesto de 2025. El desencadenante: un reclamo de Bastidas a Riascos por respaldar proposiciones que pedían reducir los recursos asignados para el próximo año.

La falta de consenso en temas cruciales, como el presupuesto de la nación, revela la fragilidad del debate en nuestras instituciones. En lugar de centrarse en construir acuerdos que beneficien a los ciudadanos, los representantes del Cauca se hunden en conflictos personales que solo aumentan la desconfianza en la política. Que dos de nuestros congresistas, ambos del mismo partido, lleguen al punto de casi irse a los golpes refleja un problema más profundo: la desconexión entre los intereses personales y la gestión pública.

El destacado politólogo Julián Caicedo lo expresó de manera contundente en su cuenta de X: "#ConCienciaPolítica A esto uno le puede llamar ‘debate con altura’. En el #Cauca no todos somos así, es decir de querer meterle la mano a los demás. Qué triste que las noticias no sean de gestión de proyectos para el territorio". La frustración es palpable. Mientras el Cauca enfrenta retos enormes en infraestructura, seguridad y desarrollo social, nuestros congresistas se enredan en disputas que no solucionan nada.

Es urgente que los líderes del Cauca retomen el rumbo y pongan las verdaderas prioridades en la agenda: la gestión de proyectos para el desarrollo, la defensa de los recursos y, sobre todo, el respeto por la ciudadanía que los eligió. El Pacto Histórico, y en particular sus representantes, deben recordar que su compromiso es con el pueblo, no con sus egos.

Lo que el Cauca necesita no son congresistas que se insulten en sesiones públicas, sino líderes comprometidos con la defensa de los intereses de su región. Es momento de exigir responsabilidad y acciones concretas que respondan a las necesidades urgentes del territorio.