El grito desesperado de la comunidad educativa de Santa Clara de Asís: ¡Basta de abandono e indignidad!

En un clamor desgarrador que debería avergonzar a las autoridades educativas del Cauca y de Colombia

El grito desesperado de la comunidad educativa de Santa Clara de Asís: ¡Basta de abandono e indignidad!

Los estudiantes de la institución técnica comercial Santa Clara de Asís en Guapi, Cauca han decidido alzar la voz y mostrar las verdaderas y lamentables condiciones en las que se ven obligados a recibir su formación académica.

Su representante estudiantil, lidera esta denuncia que pone al descubierto un panorama desolador y vergonzoso: instalaciones en ruinas, carencia de recursos básicos, insalubridad e indignidad.

El restaurante estudiantil, lejos de ser un espacio digno para la alimentación de los alumnos de bachillerato y primaria, se ha convertido en un foco de riesgo para la salud. La escasez de alimentos obliga a repartir porciones insuficientes, dejando a niños de las veredas sin poder comer. Pero lo más indignante es que el agua lluvia que se filtra por los techos en mal estado termina contaminando la comida que se les suministra.

La infraestructura del plantel es un verdadero peligro. Paredes y techos a punto de derrumbarse, sostenidos precariamente con palos de madera, representan una amenaza constante para la integridad física de la comunidad educativa.

En el ámbito académico, la situación no es menos alarmante. El coordinador Rosendo Candelo denuncia la falta total de recursos tecnológicos y espacios adecuados. Sin computadores, impresoras ni siquiera una biblioteca, los docentes se ven obligados a trabajar en condiciones infrahumanas y en la era del conocimiento no tiene acceso a Internet.

La sala de profesores, lejos de ser un espacio digno, es una burla. Con apenas 5 escritorios para 25 docentes, algunos deben permanecer de pie o sentados en el suelo durante horas.

Los estudiantes del grado 11, como David Joan, denuncian la falta de un laboratorio de química, impidiéndoles adquirir los conocimientos prácticos necesarios para su futuro profesional. Una egresada lamenta no haber podido estudiar su carrera de química por la ausencia de recursos y prácticas adecuadas.

Pero quizás lo más indignante son las condiciones insalubres de los baños, sin privacidad, sin agua y propensos a la propagación de enfermedades. Un escenario que atenta contra la dignidad humana y el derecho a la educación en un entorno adecuado.

Esta cruda realidad, expuesta por los mismos estudiantes en un video, debería avergonzar a las autoridades educativas y gubernamentales. ¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo que nuestros niños y jóvenes sean condenados a recibir su formación en condiciones tan deplorables?

Es hora de que el grito desesperado de los estudiantes del Santa Clara de Asís sea escuchado. Basta de abandono, basta de indignidad. Nuestros jóvenes merecen instalaciones dignas, recursos adecuados y un entorno que promueva su desarrollo integral. ¡Ya es tiempo de actuar!