El líder social Edilson Huérfano Ordóñez hace un llamado para detener la guerra en este mes de diciembre
El destacado Defensor de Derechos Humanos insta a decretar una tregua por parte de los grupos armados al margen de la ley.
Desde la ciudad de Ipiales, en el departamento de Nariño, el líder religioso y defensor de derechos humanos Edilson Huérfano Ordóñez, conocido ampliamente como El padre Huérfano, hizo un llamado público a los grupos armados que operan en Colombia para que consideren la posibilidad de implementar una tregua durante el mes de diciembre, permitiendo que la ciudadanía viva una temporada navideña en tranquilidad.
En su mensaje, el clérigo anglicano expresó su confianza en que las estructuras político-militares de las organizaciones armadas puedan evaluar serenamente esta propuesta.
“Confío en que, en reunión con sus cuadros políticos, tomarán la mejor decisión para el país en aras de vivir una Navidad en armonía”, agregó este líder social.
El padre Huérfano, quien ha dedicado gran parte de su labor pastoral y humanitaria a promover la reconciliación y el diálogo en Colombia, enfatizó que el espíritu de la Navidad debe trascender las ideologías y rivalidades.“La paz debe seguir siendo el objetivo de todos los colombianos y por ello hay que avanzar hasta alcanzarla”, acotó el Padre Huérfano.
El llamado del sacerdote se da en un contexto de tensión en varias regiones del país, donde comunidades rurales y urbanas continúan afectadas por enfrentamientos, retenes ilegales y acciones armadas. Diversos sectores sociales han manifestado su respaldo a la idea de una tregua —aunque sea temporal— como gesto de humanidad en medio de la confrontación.
Organizaciones civiles y plataformas de derechos humanos han señalado que un cese al fuego voluntario durante las festividades no solo permitiría disminuir el riesgo para la población, sino que podría abrir puertas para escenarios de diálogo futuro.
El padre Huérfano es reconocido en Ipiales y en otros municipios de Nariño por su insistente trabajo en defensa de las víctimas del conflicto y por sus mensajes constantes de reconciliación. Su voz, aunque proviene del ámbito religioso, ha ganado relevancia entre sectores civiles y comunitarios que anhelan una reducción sustancial de la violencia territorial.
Su mensaje, además de ser una invitación al silencio de las armas, es una apelación a la sensibilidad humana y al sentido nacional de una época que tradicionalmente reúne a las familias colombianas en torno a la unión, la esperanza y la solidaridad.