El paro es contra el IGAC y el desastre catastral de Petro
No nos llamemos a confusión: el paro no es contra la actual administración municipal.
El paro propuesto por un amplio bloque social, del cual han participado concejales de Popayán, incluyendo al jefe de la oposición, José Luis Diago Franco, es en contra del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). Esta entidad ha realizado un desastroso avalúo catastral en el municipio, poniendo en riesgo económico y patrimonial a más de cien mil habitantes y propietarios de predios en la ciudad. Estos se verán en la incapacidad de pagar el impuesto predial, lo que puede llevar a la pérdida de sus bienes inmuebles en procesos de cobro coactivo. Por lo pronto, el municipio es el perjudicado, pues sus finanzas están viéndose afectadas por el incremento en la mora y el no pago del impuesto, lo que afecta los recursos de libre destinación y la inversión social.
Es en contra del IGAC, que no ha solucionado el problema creado por esa entidad y que cuenta con funcionarios indolentes como el señor Diego Carrero, subdirector de catastro y petrista declarado, quien ha expresado que "el avalúo catastral se queda así y quien no le guste, que reclame o demande por cuenta y riesgo". Es decir, al "gobierno del pueblo, el del cambio" la ciudadanía le importa un soberano rábano y cada quien debe defenderse como pueda.
Recordemos que el avalúo catastral fue contratado por el gobierno de López Castrillón, con un costo de casi diez mil millones de pesos, resultando en un avalúo catastral mal realizado, antitécnico y con valores solo equiparables a los de una burbuja inmobiliaria. Según anunció el mismo López Castrillón, el contrato sería declarado en incumplimiento por no cumplir con el objeto contratado, promesa que no se cumplió antes de finalizar su mandato. "El Pollo" se fue y esa, como tantas promesas, terminó siendo una más de las incumplidas. Por eso, el paro también es contra la administración de Juan Carlos López Castrillón.
El paro también es contra los viejos concejales de la ciudad, quienes defendieron ese adefesio y se pusieron en contra de la ciudadanía. Algunos de estos concejales hoy forman parte del gobierno central, muy cerca de Sarabia y sus amigos, pero también contra aquellos que durante cuatro años se dedicaron a disfrutar de las mieles del poder en detrimento de las causas sociales que decían defender. Este paro también es contra ellos.
Pero sobre todo, es contra este gobierno nacional, indolente frente al mal momento económico que atraviesa el país y que actúa inmisericorde con las clases sociales menos favorecidas, las mismas que los tienen en el poder. Un gobierno, el "del cambio", que obstinadamente insiste en realizar avalúos catastrales a lo largo y ancho del territorio nacional con valores prediales exorbitantes e impagables, que funcionan más como un castigo para el contribuyente con el único propósito de redoblar el recaudo tributario, sin atacar la corrupción y el despilfarro de los recursos públicos.
Este paro es en contra del avalúo catastral que no contribuye a la ordenación del territorio, ni a la mitigación del cambio climático, ni a la justicia social, y mucho menos al propósito de la paz.