ELN condena atentado en Cali y advierte avance “narco-paramilitar” en el suroccidente
En un comunicado de agosto de 2025, el Frente de Guerra Suroccidental del ELN aseguró que el carro bomba del 21 de agosto en Cali “solo buscaba hacer daño a la población civil” y llamó a no respaldar a “narco bandas” que operarían en zonas de alto valor ambiental y minero del Macizo, Naya y Micay.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), a través de su Frente de Guerra Suroccidental “Carlos Alberto Troches Zuleta”, difundió un comunicado fechado en agosto de 2025 en el que condena el atentado del 21 de agosto en Cali, rechaza el uso del terrorismo contra civiles y afirma que estructuras “narco-paramilitares” intentan camuflarse como insurgencia en el suroccidente del país.
Condena al atentado del 21 de agosto en Cali
El documento califica el ataque con carro bomba como “una acción terrorista” orientada a causar daño a la población y no a objetivos militares, al afirmar que “el horario y lugar” de la detonación “solo buscaba hacer daño a la población civil”. También sostiene que si el objetivo hubiera sido la base aérea Marco Fidel Suárez, “el método sería muy diferente”.
Señalamientos de “nuevos modelos de paramilitarismo”
El ELN atribuye el incremento de la violencia a “nuevos modelos de paramilitarismo” que —según dice— se presentan como grupos revolucionarios pero actuarían como “mecanismo contrainsurgente” para producir terror y control político. En esa línea, afirma que estas estructuras se “visten” con nombres de ex-FARC y las vincula a economías ilegales y élites políticas emergentes.
Zonas en disputa y recursos estratégicos
El comunicado relaciona la agudización del conflicto con la presencia de “grandes riquezas de minerales” y recursos hídricos y ambientales, mencionando la cuenca del río Naya, el Cañón del Micay y municipios del Macizo Colombiano como Bolívar, Sucre, La Vega, Almaguer, La Sierra y Santa Rosa. Sostiene que en estas áreas se combinan desplazamientos, masacres y proyectos de gran escala.
Llamado a no apoyar “narco bandas” y vías de deserción
El ELN pide a las comunidades que “no apoyen ni ayuden” a dichas “narco bandas” y plantea que quienes ingresaron “engañados” pueden abandonar esas estructuras con “respeto a la vida” si se acercan a sus “unidades”. La organización convoca a “trabajar unidos” para alcanzar una paz duradera, según el texto.
El documento aparece bajo la firma del Frente de Guerra Suroccidental y enumera frentes guerrilleros y urbanos (Manuel Vásquez Castaño, Luis Carlos Cárdenas Arbeláez, José María Becerra, 4 de Julio y Omaira Montoya Henao, entre otros), ubicándose “en montañas, ríos y selvas del suroccidente colombiano”.
Este pronunciamiento llega tras un atentado con fuerte impacto ciudadano y en medio de una disputa territorial por corredores estratégicos en el Pacífico y el Macizo Colombiano. El texto busca incidir en la narrativa local: deslinda al ELN del ataque en Cali, reubica responsabilidades en actores “narco-paramilitares” y trata de influir en comunidades donde confluyen economías ilegales, megaproyectos y conflictividades históricas.
Periódico Virtual.com consultará a autoridades civiles, militares y de derechos humanos para contrastar estas afirmaciones y precisar la situación en las zonas señaladas. Información en desarrollo.
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