¿En qué va la alianza? A un año de gobierno de Juan Carlos Muñoz Bravo en Popayán.
No es por seguir mirando atrás, pero voy a comenzar diciendo que los 365 días de este año han sido una eternidad para el “Pollo” López Castrillón, nostálgico de poder.
En su temprana campaña al congreso de Colombia, no para de cacarear sobre lo divino y lo humano de todo lo que pasa en la villa de Don Sebastián, proponiendo soluciones que no fue capaz de implementar en los cuatro años del tan desastroso gobierno “Creo en Popayán”. Tampoco se queda atrás el señor del pito, quien sin contrato y sin nombramiento, este año ha sido experto en preguntas para exámenes preparatorios, pero en su momento, desde una oficina de control, no dijo ni pío. Patéticos y cínicos, los dos.
Ahora bien, para el análisis del actual gobierno es necesario revisar su programa, así como las promesas que se hicieron en campaña electoral. Quiero resaltar algunos de los temas más importantes como elementos para el balance y establecer qué tan bien nos ha ido o si, por el contrario, se debe corregir el rumbo y el mandatario debe realizar ajustes en el proceso de gestión administrativa, fiscal y política.
La actualización catastral y el contrato interadministrativo con el IGAC hoy es un verdadero problema heredado de López Castrillón. El contrato, mal redactado, no se ha liquidado. Existe un valor pendiente de pago frente al concepto negativo de la supervisión, que se basa en el incumplimiento del mismo. Este año, sin descuentos, veremos nuevamente la reclamación por parte de la ciudadanía. Sobresaliente, eso sí, la gestión de Juliana Sarmiento al frente de la Secretaría de Hacienda. Con pulcritud y seriedad, está poniendo en orden las finanzas municipales. Es una verdadera lástima no contar con más funcionarias como ella.
La recuperación del alumbrado público, entregada por López Castrillón a manos de un privado, sigue funcionando en los mismos términos de cuando estaba en manos del anterior gerente. Es necesario conocer la alternativa de esta administración para su recuperación.
Mejoramiento de la gestión administrativa. El año que termina estuvo caracterizado por el desorden administrativo, las dificultades en el proceso de contratación de personal y la baja ejecución en cada una de las secretarías. No se logró unificar el proceso de contratación de personal de acuerdo con las necesidades de la administración municipal, y el proceso de selección no resultó objetivo para el cumplimiento de las metas y la misionalidad de cada dependencia. Es preocupante que los procesos de contratación del municipio no tengan un criterio unificado y dependan más de la voluntad de cada secretario, sin que obedezcan al programa de gobierno y al plan de desarrollo municipal como un todo.
La recuperación del servicio de aseo municipal, ante el vencimiento del plazo del actual contrato con Urbaser, no deja de ser un tema preocupante para la ciudadanía. El alcalde debe empezar a estructurar la empresa municipal que cumpla con esta tarea, que en manos de particulares afecta considerablemente el bolsillo de los payaneses.
El alcalde ha iniciado el trámite para la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial, el cual debe ser preciso, ejecutable, democrático y ajustable. Esto quiere decir que no puede ni debe hacerse a rajatabla, y tiene que tener como norte la ordenación para el mejor vivir y bienestar de la ciudadanía, estableciendo la vocación económica del municipio y su articulación con el territorio, además de proponer una solución de vivienda digna para tantas personas que la necesitan. Distritos turísticos como Pueblillo y Alfonso López para la recuperación del tejido social son indispensables, así como el ajuste del PEMP y la recuperación del sector histórico, teniendo como punto de partida la Manzana 99.
El manejo de la movilidad, el espacio público, la seguridad, el empleo y el emprendimiento no solo son los problemas más preocupantes para la ciudadanía, sino que solo son posibles de abordar si se establece una estrategia clara. Esta necesariamente pasa por el diseño de una política pública y su puesta en funcionamiento para el uso, disfrute y goce de la ciudadanía en general. La cultura ciudadana, articulada al ejercicio de la autoridad, es fundamental. Basta mirar el parque Caldas y sus alrededores para reconocer la magnitud del problema.
El alcalde tiene que escuchar a la ciudadanía en general. Por eso, es prioritario articularse con el entorno y relacionarse con actores sociales, políticos, económicos, gremiales, de seguridad e institucionales para un mayor entendimiento y la posibilidad de aunar esfuerzos en provecho de los programas de gobierno. Todo esto contando con un alto grado de gobernabilidad y la puesta en marcha de una sana gobernanza, regida por principios y criterios sólidos. No puede ceder al chantaje ni a la adulación para la toma de decisiones. Primero la ciudad.
En el primer año de gobierno no se ha puesto en marcha ninguno de los proyectos estratégicos anunciados por esta administración: Malecón del Río, plaza de mercado del barrio Bolívar, puentes vehiculares. Es urgente ajustar el cronograma para lo que queda de este gobierno.
Tenemos que seguir soñando con una ciudad mejor. Es necesario establecer, junto con la Gobernación del Cauca, un plan de trabajo para la recuperación del cerro de Las Tres Cruces y de los predios del estadio Ciro López, y así entregarle dos obras vitales a la ciudad.
Por último, el tiempo no es tiempo perdido si nos sirve para aprender y corregir. Si la experiencia se utiliza para tomar mejores decisiones, será por el bien de la ciudad y el bienestar de todos los payaneses.