En veremos el Centro de Bienestar Animal de Popayán: "gracias Pollo López por nada", denuncia la comunidad
Cada vez más de ve el desprecio de los dirigentes políticos por los payaneses, quienes solo reciben obras a medias o sin terminar.
El Centro de Bienestar Animal, una obra impulsada como una de las principales estrategias de campaña del exalcalde Juan Carlos López Castrillón, hoy es un símbolo de incertidumbre y frustración para la comunidad animalista de Popayán.
A pesar de la expectativa que generó su construcción, los resultados tangibles siguen sin aparecer, y el futuro de este proyecto parece estar en el aire. La comunidad se pregunta: ¿Será esta obra un nuevo elefante blanco en el ya criticado zoológico de obras inconclusas en el Cauca?
No solo no se ha entregado oficialmente, sino que tampoco se ha definido cómo se financiarán los 2.500 millones de pesos anuales que requiere su funcionamiento. ¿Dónde están los entes de control que deberían asegurar el cumplimiento de los términos y tiempos de la contratación?
Frente a esta situación, la veeduría ciudadana VIDA presentó recientemente un derecho de petición a la Alcaldía de Popayán, solicitando el retiro de la placa inaugurativa instalada por el exalcalde en el Centro de Bienestar Animal. La veeduría argumenta que el Decreto 2759 de 1997 prohíbe este tipo de actos, que representan un detrimento para las obras públicas y, en este caso particular, una burla para la comunidad animalista.
"Las obras públicas no son de los gobernantes, ni de quienes las construyen o inauguran. Son de la comunidad, financiadas con los impuestos de los ciudadanos", señala el comunicado de la veeduría, criticando la falta de gestión para asegurar los recursos necesarios que garanticen la operatividad del centro.
Hoy, la carga de proteger a los animales en condición de calle sigue recayendo en los mismos animalistas que confiaron en esta promesa política. Sin apoyo municipal y con un proyecto inconcluso, se ven obligados a organizar rifas y recibir donaciones para cubrir lo que debería ser una responsabilidad pública. ¿Es esto justo para los animales y quienes luchan por su bienestar?
La comunidad animalista exige respuestas y soluciones concretas. El tiempo pasa, y mientras tanto, los más afectados continúan siendo los animales de Popayán. Claro que el espacio para que la pasada administración dé su versión frente este nuevo elefante blanco.