Escándalo de corrupción sacude también a la Gobernación del Cauca
Las audiencias de aseguramiento contra Julián Peñafiel, José Fernando Ordóñez y una funcionaria de la Alcaldía de Popayán evidencian corrupción que afecta no solo al municipio, sino también a la Gobernación del Cauca.
La Fiscalía, en su descubrimiento probatorio, ha argumentado la existencia de investigaciones y actos de corrupción tanto en la Alcaldía de Popayán como en la Gobernación del Cauca. En particular, se destacan audios que implican a la secretaria de la mujer recién galardonada, Rosalbina Valdés, quien presuntamente habría recibido coimas por un valor de 20 millones de pesos parte de uno de los empresarios, quedando registrada esta transacción ilícita en audios y videos según expresó la Fiscalía en la audiencia.
Resulta sorprendente e irónico que apenas dos días antes de estas revelaciones, la señora Rosalbina Valdés fuera destacada por el gobernador Elías Larrahondo Carabalí en una jornada dedicada a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de Violencias contra las Mujeres. Durante este evento, la Gobernación del Cauca resaltó avances y compromisos en pro del empoderamiento y bienestar de las mujeres en la región.
El informe presentado durante este acto subrayó los logros en la implementación de estrategias como la "Ruta de Empoderamiento Económico", la estrategia "Violeta", "Seguridad a tu Puerta" y proyectos de infraestructura liderados por mujeres cabezas de hogar. Se destacó la participación femenina en espacios de toma de decisiones y la reducción de indicadores de violencia, reflejando un compromiso real en la lucha contra la violencia de género.
Rosalbina Valdés, Secretaria de la Mujer, durante esta jornada, hizo hincapié en las inversiones y programas destinados a beneficiar a las mujeres, destacando una inversión significativa y la disminución de indicadores alarmantes como los homicidios de mujeres.
Sin embargo, estos logros se ven empañados por las acusaciones de corrupción que ahora pesan sobre ella y otros funcionarios tanto de la Alcaldía como de la Gobernación del Cauca. Se espera que las investigaciones se amplíen hacia otras áreas de la administración departamental, evidenciando un complejo entramado de corrupción que afecta directamente a la región.
Es inaceptable que mientras por un lado se presume un compromiso por la defensa de los derechos de las mujeres caucanas, por el otro, funcionarios del mismo gobierno departamental sucumban en actos vergonzosos de corrupción.
¿Cómo confiar en la institucionalidad cuando quienes deberían velar por nuestros intereses anteponen el enriquecimiento propio? La corrupción carcome las bases mismas de la democracia.
Y a la ciudadanía en general la convocamos a mantenerse alerta y denunciar sin descanso. La vigilancia y la condena social son claves para desterrar la corrupción. Unidos debemos alzar la voz: ¡Basta ya!