Este 1 de Mayo, el pueblo trabajador colombiano respalda a Petro, pero exige mano firme contra la corrupción
El 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, toma un significado especial en Colombia este año.
A casi dos años de su mandato, Colombia vive por primera vez en su historia un gobierno progresista encabezado por Gustavo Petro, un mandatario que ha enarbolado la justicia social como su máxima bandera. Las multitudinarias marchas y concentraciones que se llevarán a cabo este 1 de mayo serán un respaldo contundente al presidente y su ambicioso proyecto de transformación nacional.
Los trabajadores colombianos ven en Petro a un aliado genuino, alguien que comprende sus luchas y anhelos de dignidad laboral, salarios justos y condiciones decentes. Su objetivo de construir una sociedad más equitativa e incluyente ha despertado esperanzas largamente reprimidas en el pueblo trabajador y en los más vulnerables.
Sin embargo, al celebrar este 1 de Mayo, también es imperativo alzar la voz y exigir al Gobierno del Cambio una postura intransigente contra la corrupción, ese cáncer que corroe las entrañas de la administración pública colombiana.
La justicia social que tanto anhela la nación colombiana solo podrá materializarse si se erradican de raíz las prácticas corruptas que desvían recursos destinados al bienestar del pueblo. Los trabajadores y las amplias mayorías populares, aquellos que no se sirven del poder ni se benefician de los cargos públicos, no tolerarán que los sueños de una Colombia más justa y equitativa se vean empañados por la codicia desmedida y el aprovechamiento indebido de una minoría inescrupulosa
En este día, el mensaje de las calles será claro: respaldamos a Petro y su agenda progresista, pero exigimos mano firme contra la corrupción. No habrá justicia social sin transparencia y rendición de cuentas.
El presidente debe demostrar su compromiso inquebrantable con la ética pública, sancionando sin contemplaciones a quienes manchen la integridad de su gobierno. Los trabajadores estarán vigilantes, dispuestos a defender con uñas y dientes las promesas de cambio verdadero.
Este 1 de Mayo, el pueblo trabajador de Colombia celebra con esperanza, pero también con la convicción de que solo mediante una lucha frontal contra la corrupción podrá construirse el país justo y digno que todos anhelamos.