Falleció la leyenda del boxeo George Foreman
En la noche de este viernes 21 de marzo falleció la leyenda del boxeo mundial y un ejemplo de superación personal.

George Foreman, excampeón mundial de peso pesado, falleció este viernes 21 de marzo a los 76 años de edad, confirmó su familia a través de la red social Instagram.
Aunque no se reveló la causa de su muerte, su impacto en el boxeo y el mundo de los negocios aún es vigente. Más allá de sus hazañas en el ring, Foreman construyó un imperio financiero con una fortuna estimada en más de 300 millones de dólares, según Celebrity Net Worth, Forbes y TMZ.
Su historia en el boxeo comenzó con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de México 1968, pero alcanzó la cima en 1973 al destronar a Joe Frazier y convertirse en campeón mundial de peso pesado.
Luego de su retiro en 1977, pocos imaginaron su regreso. Sin embargo, en 1994, a los 45 años, sorprendió al mundo al recuperar el título tras vencer a Michael Moorer, convirtiéndose en el campeón de peso pesado de mayor edad en la historia.
Pero el verdadero golpe maestro de Foreman vino fuera del ring. Con una visión única para los negocios, transformó su imagen en una marca global. Desde su papel como predicador hasta su éxito comercial con la parrilla George Foreman Grill, vendida en millones de hogares, supo reinventarse como pocos deportistas de su generación. Su carisma y mentalidad emprendedora lo convirtieron en un referente tanto en el deporte como en el mundo empresarial, dejando un legado que va mucho más allá del boxeo.
Foreman no solo dejó una huella en el deporte, sino que construyó una reputación intachable que potenció su éxito fuera del ring. A diferencia de muchas estrellas del boxeo, evitó controversias y mantuvo una imagen positiva que le permitió consolidar su marca personal. Padre de 12 hijos, siempre destacó que su principal motivación era garantizar el bienestar de su familia y dejarles un futuro sólido.
Su fortuna, fruto de su visión empresarial y disciplina financiera, fue parte de ese legado. En un comunicado compartido tras su muerte, su familia lo describió como un “padre amoroso, predicador devoto y protector de su legado”, según TMZ.
Foreman es una de las pocas figuras del deporte cuya riqueza no solo se mantuvo después del retiro, sino que creció significativamente.
Con su partida, deja un ejemplo singular de cómo un atleta puede trascender su disciplina y convertir la fama en un imperio duradero, sin perder la esencia de quien fue dentro y fuera del cuadrilátero.