Feria equina en el complejo deportivo de Popayán despierta alertas sanitarias y legales

Expertos cuestionan la pertinencia de llevar caballos, bovinos y porcinos a un escenario deportivo rodeado de viviendas, sin claridad sobre bienestar animal, manejo de residuos y desinfección posterior.

Feria equina en el complejo deportivo de Popayán despierta alertas sanitarias y legales
Feria equina en el complejo deportivo de Popayán genera dudas sanitarias y legales

A las críticas por el uso del complejo deportivo para una feria equina se suman ahora serias dudas técnicas, sanitarias y legales: desde el bienestar de los animales y el cumplimiento de la Resolución 1634 de 2010 del ICA, hasta el riesgo de malos olores, plagas y afectación a los vecinos de este escenario construido para la práctica deportiva, no para la concentración de especies animales.

Pesebreras, agua y residuos: ¿cumplen las normas del ICA?

Uno de los primeros cuestionamientos se relaciona con las condiciones mínimas que deben cumplir las pesebreras para albergar un número importante de caballos y otras especies durante varios días.

De acuerdo con las disposiciones del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en particular la Resolución 1634 de 2010, los eventos de concentración de animales deben garantizar:

  • Espacios adecuados y suficientes para cada ejemplar.
  • Disponibilidad permanente de agua.
  • Sistemas apropiados de manejo y tratamiento de residuos, como composteras.
  • Condiciones de bienestar animal que minimicen el estrés, el hacinamiento y el riesgo de enfermedades.

La pregunta que surge es simple pero de fondo:

¿Está el complejo deportivo acondicionado para cumplir con todos estos requisitos, o se está improvisando un escenario que no fue diseñado para albergar pesebreras, corrales ni instalaciones ganaderas?

Movilización de animales: guías obligatorias y pruebas sanitarias

Otro punto clave tiene que ver con el ingreso y salida de equinos, bovinos y porcinos al área urbana de Popayán. El ICA es la entidad encargada de verificar y autorizar las guías de movilización, documentos obligatorios que deben acompañar a los animales en su traslado.

La expedición de estas guías depende, entre otros, del cumplimiento de requisitos como:

  • Resultado negativo a la anemia infecciosa equina.
  • Vacunación vigente contra la encefalitis equina venezolana.
  • Condiciones básicas de sanidad y bioseguridad de los animales y del lugar que los recibirá.

Solo con estos requisitos al día el ICA puede autorizar la movilización. Una vez expedida la resolución correspondiente, los organizadores de la feria quedan obligados a cumplir estrictamente con todas las obligaciones descritas en el documento, so pena de sanciones administrativas.

Malos olores, residuos y vecinos a pocos metros

Más allá del componente normativo, el impacto sobre el entorno urbano también genera preocupación. El complejo deportivo está rodeado de sectores residenciales a muy poca distancia, lo que vuelve crítica la forma en que se manejarán los residuos y los olores.

Para mitigar estos efectos, las pesebreras deberían contar con:

  • Camas nuevas y profundas de aserrín, renovadas con frecuencia.
  • Plan claro de disposición de residuos sólidos (estiércol, viruta, empaques, plásticos).
  • Sistema de recolección y transporte oportuno, coordinado con la empresa de aseo y las autoridades ambientales.

Sin embargo, aún no se conocen públicamente los protocolos de manejo de residuos ni los estudios de impacto sobre las viviendas vecinas. De no existir un plan riguroso, los malos olores y la acumulación de desechos podrían convertirse en fuente permanente de conflicto entre la comunidad y el gobierno municipal.

Plagas, roedores y una piscina olímpica en riesgo

Otro de los puntos sensibles es la proliferación de plagas, asociada al almacenamiento de alimento concentrado y a las heces de los animales. Si no se aplican protocolos claros de limpieza y desinfección antes, durante y después del evento, se pueden presentar:

  • Aumento de roedores atraídos por el concentrado y los residuos.
  • Incremento de moscas y zancudos, cuya reproducción se ve favorecida por materia orgánica en descomposición y aguas estancadas.
  • Riesgo de que instalaciones como la piscina olímpica del complejo, concebida exclusivamente para la natación, se conviertan en un foco de proliferación de parásitos y vectores si no hay un plan específico de protección y tratamiento del agua tras la feria.

En términos de salud pública, esto plantea una alerta que trasciende la sola “comodidad” de los vecinos y toca temas de salubridad urbana, control de vectores y calidad ambiental.

¿Por qué ahora y por qué en un escenario deportivo?

La gran pregunta de fondo es de planeación urbana y sentido común:

¿Cuál fue la intención de realizar la feria equina justamente ahora y en este lugar, un escenario construido y destinado para la práctica deportiva?

Si la ciudad no cuenta con un recinto ferial adecuado para la concentración de animales, la solución no debería ser convertir de facto un complejo deportivo en plaza ganadera temporal, menos aún sin socialización suficiente con los usuarios habituales del escenario y con la comunidad vecina.

Posibles demandas contra el municipio

Desde ya, algunos sectores advierten que, si no se cumple de manera estricta con las normas sanitarias, ambientales y de bienestar animal, la feria equina podría terminar generando acciones legales contra el gobierno municipal.

Los vecinos, al sentirse afectados por malos olores, plagas, ruido o deterioro del entorno, tienen la posibilidad de:

  • Presentar acciones administrativas y quejas formales ante las autoridades de salud, ambiente y control disciplinario.
  • Evaluar acciones de grupo o populares si consideran que se ha vulnerado el derecho colectivo a un ambiente sano y a la salubridad pública.

En otras palabras, una feria que se presenta como un evento de integración y desarrollo económico puede convertirse en una fuente de conflicto jurídico y social, si no se respetan los protocolos y la vocación original del escenario.

En este momento, más que celebrar un evento, Popayán debería exigir respuestas claras a varias preguntas:

  • ¿Cuenta el complejo deportivo con las adecuaciones físicas y sanitarias exigidas por el ICA para eventos de concentración de animales?
  • ¿Dónde y cómo se van a disponer los residuos sólidos y orgánicos, considerando la cercanía de zonas residenciales?
  • ¿Qué protocolos de limpieza y desinfección se aplicarán al finalizar la feria, especialmente en la piscina olímpica y áreas comunes?
  • ¿Se socializaron estos riesgos con los vecinos y usuarios del escenario deportivo antes de tomar la decisión?
  • ¿Quién asumirá la responsabilidad si la feria deja afectaciones sanitarias, ambientales o legales?

Responder estas preguntas no es un capricho: es una obligación de la administración municipal y de los organizadores de la feria, en el marco de la normatividad vigente y del respeto a la ciudadanía.

La discusión sobre la feria equina en el complejo deportivo de Popayán ya no es solo un tema de gustos o actividades económicas: es un asunto de salud pública, legalidad y respeto por la vocación de los espacios públicos.

Si se cumplen todas las normas del ICA, se protege a los animales y se garantizan protocolos serios de limpieza y desinfección, la ciudad podría obtener beneficios económicos y de integración. Pero si se improvisa, se minimizan los riesgos o se ignora a los vecinos, la feria equina puede convertirse en un problema sanitario, ambiental y jurídico que pagaremos todos.

En este escenario también resulta inevitable cuestionar el papel del Concejo Municipal de Popayán, que hasta ahora parece resignado a ser un espectador silencioso frente a decisiones que comprometen el patrimonio deportivo, la salud pública y la calidad de vida de los vecinos del complejo. Los concejales tienen la obligación constitucional de ejercer control político, pedir explicaciones al alcalde y a sus secretarios, exigir estudios técnicos, conceptos sanitarios y ambientales, y, si es del caso, frenar decisiones improvisadas; sin embargo, cuando se trata de un convenio millonario para una feria equina en un escenario deportivo rodeado de viviendas, no se conocen debates de fondo, proposiciones contundentes ni citaciones serias en plenaria. Si el Concejo solo aparece para las fotos, los reconocimientos y los discursos de ocasión, pero guarda silencio frente a este tipo de riesgos, termina siendo parte del problema y no de la solución que Popayán necesita.

Por ahora, esta es información en desarrollo. La ciudadanía espera que el gobierno municipal, las autoridades sanitarias y los organizadores respondan con transparencia: ¿está el complejo realmente preparado para esta feria, o se está forzando un escenario deportivo a cumplir un papel para el que nunca fue diseñado?

#Popayán #Cauca #FeriaEquina #SaludPública #ComplejoDeportivo #BienestarAnimal #AmbienteSano #ControlCiudadano

Comparte esta nota, síguenos en nuestras redes y cuéntanos: ¿estás de acuerdo con realizar una feria equina en un complejo deportivo rodeado de viviendas?