Gestores culturales al frente: ¿Será este el fin de la presunta corrupción en los Carnavales y Fiestas de Pubenza?

Los Carnavales de Pubenza son el alma vibrante de Popayán, una celebración que mezcla tradición, diversidad y arte en un espectáculo que reúne a miles de personas en los primeros días de enero en Popayán.

Gestores culturales al frente: ¿Será este el fin de la presunta corrupción en los Carnavales y Fiestas de Pubenza?

Sin embargo, esta expresión cultural ha estado empañada durante décadas por denuncias de presunta corrupción y manejos opacos que habrían desviado recursos públicos destinados a exaltar la riqueza artística de la ciudad.

En un giro histórico, el alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo ha tomado la valiente decisión de entregar la organización de los Carnavales a los gestores culturales, quienes durante años han sido, ignorados y relegados por administraciones que presuntamente priorizaron intereses personales sobre el bienestar común. Este cambio busca no solo romper con un esquema cuestionado, sino también representar un acto de confianza hacia quienes comprenden y valoran la esencia de los Carnavales.

Un contrato "a la medida" frustrado por los gestores culturales

El reconocido periodista Alexander Casas, a través de su cuenta de X, señaló que los gestores culturales "tumbaron el negocio del contrato tipo sastre que funcionarios del Pollo tenían listo para las Fiestas de Pubenza". Según Casas, este esquema habría consistido en contratar a los operadores tradicionales, quienes supuestamente entregaban beneficios indebidos a ciertos funcionarios. Este comentario pone en evidencia las prácticas que presuntamente han desvirtuado el propósito de los recursos públicos destinados a esta festividad.

Aunque estas afirmaciones aún deben ser corroboradas por las autoridades competentes, subrayan la necesidad de transformar la gestión de los Carnavales para garantizar transparencia y dignidad en el manejo de los recursos públicos.

Quejas de los artistas: un sistema que habría perpetuado injusticias

Hemos recibido testimonios de varios artistas, especialmente cantantes, quienes afirman que algunos organizadores presuntamente les proponían contratos por valores elevados, pero solo recibirían una fracción de lo pactado. Según estas versiones, dichas prácticas nunca se denunciaron formalmente por falta de pruebas y por el temor de ser estigmatizados como "conflictivos" o "difíciles de trabajar". Esto, de ser cierto, habría perpetuado un sistema en el que algunos artistas se habrían sentido obligados a aceptar condiciones presuntamente injustas para evitar represalias o exclusión de futuros eventos.

Los gestores culturales han soportado años de indiferencia y posible oportunismo político, relegados mientras otros parecían beneficiarse de los recursos públicos. Ahora, tienen la oportunidad de demostrar que es posible organizar un evento digno, transparente y alineado con las expectativas de la ciudadanía. Este modelo representa un intento audaz de corregir errores históricos y devolverle al evento su esencia y propósito: exaltar la identidad cultural de Popayán.

El papel de la Secretaría de Cultura

En este contexto, resulta pertinente analizar el papel de la Secretaría de Cultura, bajo la dirección de Ofelia Castrillón. Se ha señalado que su liderazgo podría estar vinculado a prácticas que han perpetuado errores del pasado, rodeándose de actores que presuntamente han manejado los Carnavales de manera deficiente en años anteriores. Si persisten acciones que obstaculicen los cambios necesarios, sería razonable plantear la posibilidad de su renuncia para dar paso a un liderazgo alineado con las demandas de transformación y transparencia.

El futuro de los Carnavales de Pubenza está en manos de la ciudadanía. Los payaneses deben decidir si respaldan un cambio que busca devolverle la dignidad a esta celebración o si continúan tolerando las sombras de un pasado cuestionable. Este es un momento clave para construir una nueva narrativa que celebre la riqueza artística y cultural de Popayán.

Confiar en los gestores culturales es un acto de fe en el talento local y en la posibilidad de un manejo transparente de los recursos públicos. Es hora de respaldar este modelo, exigir resultados concretos y recordar que el cambio requiere riesgos, compromiso y paciencia.

Finalmente, los gestores culturales deberán demostrar con hechos que esta oportunidad es un punto de inflexión para las Fiestas de Pubenza. Su labor no solo estará bajo el escrutinio público, sino que será evaluada a través de la transparencia, la decencia y la honestidad en cada paso del proceso. Este medio de comunicación, que respalda al 100% al alcalde de Popayán, Juan Carlos Muñoz Bravo, en esta valiente y necesaria decisión, también será el espacio para reconocer los aciertos o señalar cualquier desviación que comprometa los ideales de esta transformación. La responsabilidad de honrar esta confianza recae ahora sobre quienes han recibido el reto de devolverle a los Carnavales y Fiestas de Pubenza la dignidad que merecen.