Gobierno firma decreto ATEA que le da amplios beneficios al CRIC
Decreto 1094 de 2024 fortalece la autonomía y autodeterminación de los pueblos indígenas del CRIC.
El Gobierno de Colombia, a través del Decreto 1094 de 2024, ha reconocido oficialmente el mandato de la Autoridad Territorial Económica y Ambiental (ATEA), un instrumento de derecho propio expedido por las autoridades tradicionales de los pueblos indígenas del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
Este decreto establece las competencias, el funcionamiento y los mecanismos de coordinación para el ejercicio de la ATEA en los territorios que conforman el CRIC, en el marco de la autonomía y autodeterminación reconocidas constitucionalmente.
El Decreto, firmado por el Presidente de la República y varios ministros, se basa en un marco jurídico robusto que incluye disposiciones de la Constitución Política de Colombia, la Ley 21 de 1991, y otros instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT.
Este reconocimiento refuerza la capacidad de autogobierno de los pueblos indígenas, permitiéndoles gestionar sus propios intereses territoriales, económicos y ambientales conforme a sus usos y costumbres.
Entre los principios fundamentales establecidos en el decreto se incluyen la autodeterminación, la soberanía alimentaria, la integralidad y el deber de cuidado y protección del territorio.
Estos principios garantizan que las decisiones y acciones tomadas en los territorios indígenas estén alineadas con las tradiciones y conocimientos ancestrales de los pueblos originarios.
Además, el decreto estipula que la ATEA coordinará con las entidades públicas competentes para asegurar la protección y desarrollo de los territorios indígenas, con un enfoque que respete tanto los saberes tradicionales como los marcos legales nacionales e internacionales.
La financiación de esta política integral provendrá de recursos públicos y de acuerdos específicos con entidades gubernamentales, garantizando así el cumplimiento de los objetivos de la ATEA.
Este decreto representa un avance significativo en el reconocimiento de los derechos territoriales y la autonomía de los pueblos indígenas del Cauca, asegurando que sus voces y conocimientos sean fundamentales en la gestión de sus tierras y recursos naturales.