Inacción y Burocracia: Cómo la Secretaría de Cultura Asfixia el Arte en Popayán
En Popayán, una ciudad cuya riqueza cultural y patrimonial ha sido motivo de orgullo, la Secretaría de Cultura liderada por Ofelia Castrillón se ha convertido en un obstáculo burocrático que amenaza con sofocar la vibrante expresión artística de sus habitantes.
La reciente respuesta de esta entidad a la solicitud presentada por Ixany Viviana Hernández Meneses, líder del grupo de danzas andinas Taripay Pacha, es un claro ejemplo de cómo la cultura está siendo marginada por la incompetencia y la falta de compromiso de quienes deberían protegerla y promoverla.
La Secretaría de Cultura, en lugar de brindar un apoyo claro y decidido a los grupos culturales que trabajan incansablemente para mantener vivas nuestras tradiciones, se ha limitado a emitir una respuesta genérica y evasiva. En su contestación, se insta a Hernández Meneses a dirigirse a la Secretaría de Gobierno para obtener información sobre el uso de espacios públicos, eludiendo así su responsabilidad directa de facilitar y promover el acceso de los artistas locales a estos lugares. Esta actitud refleja una preocupante desconexión entre la Secretaría y las verdaderas necesidades del sector cultural en Popayán.
Es indignante que la Secretaría se vanaglorie de desarrollar un cronograma de actividades culturales para el segundo semestre de 2024, cuando en la práctica se muestra incapaz de gestionar adecuadamente el uso de espacios públicos para actividades culturales esenciales. ¿De qué sirve un cronograma cuando las autoridades encargadas de implementarlo están más preocupadas por procedimientos administrativos que por el impacto real en la comunidad? La cultura no puede ser simplemente un listado de eventos en un documento oficial; debe ser vivida, sentida y apoyada en el día a día de nuestra ciudad.
El Parque Caldas: Un Símbolo de la Incoherencia Administrativa
Las actividades culturales que fortalecen nuestra identidad y el patrimonio de Popayán son restringidas bajo la excusa del 'deterioro del espacio público'. Sin embargo, el mismo parque es utilizado para todo tipo de ventas ambulantes, convirtiéndolo más en una plaza de mercado o 'galería', como se le conoce en Popayán, que en un espacio de encuentro cultural.
Esta doble moral no solo es injusta, sino que también revela una profunda incompetencia en la gestión del patrimonio cultural de nuestra ciudad. Es inaceptable que en una ciudad con la historia y la riqueza cultural de Popayán, los propios guardianes de la cultura se conviertan en sus principales enemigos.
La Secretaría de Cultura debe cambiar radicalmente su enfoque y asumir su responsabilidad en la promoción y protección de la diversidad cultural de nuestra ciudad. Esto no solo implica eliminar las barreras burocráticas que sofocan la creatividad, sino también trabajar en estrecha colaboración con los artistas y grupos culturales para asegurar que su trabajo sea valorado y apoyado.
La cultura no puede esperar más. Es hora de que la Secretaría de Cultura de Popayán deje de ser un obstáculo y se convierta en un verdadero aliado de los artistas y creadores que, día a día, luchan por mantener viva la identidad cultural de nuestra ciudad.
Compartimos con nuestros seguidores los documentos que respaldan esta nota. Estamos a punto de llegar a los meses que terminan en bre anunciando el final del 2024, y aún no ha comenzado la tan esperada recuperación de Popayán