¡Inhumano! Así califican usuarios la situación que se vive en las sedes del dispensario Mennar en Popayán

Abuelos y abuelas deben permanecer bajo la lluvia al momento de ser atendidos por este dispensario farmacéutico; a muchos les dicen que no hay medicamentos cuando son atendidos. ¿Quién responde?

¡Inhumano! Así califican usuarios la situación que se vive en las sedes del dispensario Mennar en Popayán

Una escena indignante y dolorosa es la que se registra este sábado 27 de diciembre en las únicas dos sedes del dispensario Menmar en la ciudad de Popayán, Cauca, donde cientos de personas permanecen haciendo largas filas bajo el fuerte aguacero y en medio del intenso invierno, con la esperanza de poder reclamar sus medicamentos.

Desde muy tempranas horas de la madrugada, usuarios afiliados a la Nueva EPS y a otras entidades prestadoras de salud llegaron a estos puntos de entrega, encontrándose con una atención limitada, demoras prolongadas y una evidente falta de condiciones dignas. Adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, pacientes con discapacidad y acompañantes se ven obligados a esperar durante horas, expuestos al frío y la lluvia, sin garantías mínimas de protección o información clara.

La situación ha generado molestia, desesperación e indignación entre los ciudadanos, quienes aseguran que “literalmente toca pelear a mano limpia” para acceder a los fármacos que necesitan para continuar sus tratamientos. Algunos usuarios manifiestan que llevan varios días intentando reclamar sus medicamentos sin éxito, mientras otros señalan que las filas se repiten constantemente y que el problema no es nuevo.

“Esto es inhumano, no respetan la dignidad de los pacientes. Hay personas enfermas, adultos mayores, y nadie da una solución. Solo nos dicen que esperemos, más ahora que cerraron las sedes de Santa Clara y Antonio Nariño, que vuelven abrir el próximo 13 de enero”, expresó uno de los afectados mientras aguardaba bajo la lluvia.

El fuerte invierno que atraviesa la capital caucana agrava aún más el panorama, ya que no existen espacios adecuados para resguardarse, ni personal suficiente que permita agilizar la atención. A esto se suma la falta de información oficial por parte del dispensario y de las EPS involucradas, lo que incrementa la incertidumbre entre los usuarios.

La comunidad hace un llamado urgente a las autoridades de salud municipal y departamental, así como a los entes de control, para que intervengan y garanticen una atención digna, oportuna y humana. Asimismo, exigen soluciones estructurales que eviten que estas situaciones se sigan repitiendo, especialmente en fechas de alta demanda como fin de año.

Mientras tanto, en Popayán, decenas de personas continúan esperando bajo la lluvia por algo tan básico como un medicamento que, por derecho, debería llegar sin maltratos ni humillaciones.

"Tenía la fórmula para reclamar cinco medicamentos para mi mamá María Nelly Cortés, llegué a la 6:00 de la mañana a pesar del fuerte aguacero, abrieron a las 7:30 de la mañana, me dieron una ficha para que verificaran la formulas y me asignaran otro turno, de ahí que finalmente me atendieron a las 10:30 de la mañana y la respuesta que me dieron es que no había medicamentos, que no siquiera generaban pendientes", relató el periodista Francisco Calderón, hijo de la usuaria a quien también le dijeron que la IPS que presta el servicio de médico en casa no está en capacidad de atenderla.