Iván Cepeda, el senador que recibe amenazas de muerte tras la condena contra Álvaro Uribe Vélez
El líder del Pacto Histórico denunciará estos casos ante las autoridades competentes, con la esperanza de que le garanticen su vida.

Desde que el expresidente y jefe máximo del Centro Democrático Álvaro Uribe fue sentenciado a 12 años de prisión domiciliaria por soborno y fraude procesal su contraparte en el juicio, el senador de izquierda Iván Cepeda, recibe cada vez más amenazas, denunció en las últimas horas.
El proceso legal comenzó en 2012, cuando Uribe Vélez presentó una denuncia contra Iván Cepeda por un supuesto plan para vincularlo falsamente con paramilitares. Pero en 2018, en un giro inesperado, la Corte Suprema empezó a investigar a Uribe por manipular a testigos para desacreditar al senador del Pacto Histórico.
Cepeda asegura que las amenazas de muerte, insultos, improperios y palabrotas inundan su teléfono desde que la justicia encontró culpable al expresidente (2002-2010) por intentar sobornar a varios paramilitares para que testificaran a su favor y negaran cualquier vínculo entre él y estos escuadrones de ultraderecha, responsables de delitos de lesa humanidad.
"Desde el día en que se produjo la decisión de la señora jueza Sandra Heredia (las amenazas) se han vuelto casi que cotidianas, reiteradas", denuncia Cepeda, quien es hijo de un senador comunista y senador de la Unión Patriótica asesinado por paramilitares en complicidad con agentes del Estado en 1994.
El jefe del Centro Democrático, de 73 años de edad y quien cumple prisión domiciliaria en una lujosa finca, es el primer expresidente colombiano condenado penalmente en Colombia.
El congresista de 62 años asegura que la sentencia contra Uribe abre una "caja de Pandora" ante otras investigaciones sobre las presuntas alianzas entre el exmandatario, grupos paramilitares y "narcotraficantes".
Exiliado seis años en Francia por amenazas surgidas de sus indagaciones por el asesinato de su padre, Cepeda publicó en 2008 el libro "A las puertas del Ubérrimo", que denuncia la expansión paramilitar en los alrededores de la finca ganadera de Uribe en Córdoba, al norte de Colombia. Para Cepeda la sentencia emitida el 1 de agosto muestra que Uribe intentó "ocultar" que "había fundado (...) un grupo paramilitar" en su hacienda, conocido como el Bloque Metro, responsable de múltiples crímenes durante el conflicto armado.
Aunque Álvaro Uribe apeló la condena, Cepeda se muestra confiado en la recta final de un litigio de 13 años plagado de contramarchas y dilaciones.
Sin embargo, acusa al expresidente de "campañas de difamación" en su contra y de la justicia colombiana, con apoyo de Estados Unidos.El hijo mayor de Uribe, Tomás, ha señalado supuestos vínculos del senador con la extinta guerrilla Farc, una acusación que Cepeda niega.
El senador también denuncia que la familia emprendió "un cabildeo en Estados Unidos", que involucra a congresistas republicanos y a "las autoridades del actual gobierno de (Donald) Trump".El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, defendió a Uribe y aseguró que es víctima de "jueces radicales de izquierda".
La condena del todopoderoso Álvaro Uribe coincide con la campaña para las presidenciales del año 2026. Integrante del partido del gobierno, el Pacto Histórico, Cepeda indica que le han hecho "solicitudes" desde su sector político para que sea candidato, pero aún lo está "analizando con mucha serenidad".
Cepeda dice haber enfrentado en los tribunales a uno de los hombres más poderosos de Colombia como si se tratara de un "ciudadano común y corriente", como establece la ley, todos los ciudadanos son iguales ante ella.
"Hay que quitarle ese halo de semidios (...) pues estás ante un ser humano que tiene inmensos temores", agregó el congresista.