📰 Jota Pe Hernández cuestiona destino de millonarios recursos entregados a líderes indígenas
El senador bumangués pidió transparencia en el manejo del dinero público y planteó dudas sobre si los recursos destinados a las comunidades indígenas realmente están beneficiando a sus miembros más vulnerables.

En un acalorado debate en el Congreso de la República, el senador Jonathan Ferney Pulido Hernández, más conocido como Jota Pe Hernández, hizo fuertes señalamientos sobre el manejo de los recursos asignados a algunas organizaciones indígenas, especialmente al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
Durante su intervención, Hernández dejó claro que no tiene objeciones hacia las comunidades indígenas en sí, sino hacia lo que denominó “líderes politiqueros” que, según él, reciben y administran sumas millonarias sin mayor control o rendición de cuentas ante las mismas comunidades que dicen representar.
“Acá tengo 57 mil millones de pesos que le entregaron a la CRIC contratista, 39 mil millones. Y hay un cuadro donde dice que 14 líderes indígenas se repartieron 1.020 millones de pesos”, afirmó el senador, quien además denunció partidas específicas de hasta 400 millones de pesos para comunicaciones, 80 millones para asesores espirituales y 70 millones para el diseño de un juego de mesa.
Estas cifras, según Hernández, contrastan con la realidad que siguen enfrentando muchas comunidades indígenas en el país, en especial los niños que sufren desnutrición y los jóvenes reclutados por grupos armados ilegales. “¿En qué les han servido estos miles y miles de millones a esos niños indígenas que siguen muriendo por desnutrición?”, cuestionó el congresista.
Jota Pe Hernández, quien fue el tercer senador más votado del país en las elecciones legislativas de 2022, manifestó que su deber es representar también a los colombianos que se sienten atropellados por decisiones o gestiones que consideran injustas. “Represento al pueblo colombiano. Imaginen la representación que tengo: 200 mil votos”, enfatizó.
El senador también hizo alusión a casos de inseguridad en las ciudades, como la vandalización de estaciones de TransMilenio y agresiones a ciudadanos, señalando que estos hechos generan una percepción de impunidad y desprotección frente a los recursos que, a su juicio, se están malgastando.
Finalmente, Hernández expresó su visión de cómo deberían ser administrados estos fondos: “Si algún día yo llego a ser gobernante de esta nación, conmigo la plática no va a llegar a esos politiqueros líderes indígenas, va a llegar directamente a las comunidades y a quienes realmente lo necesitan”.
La intervención generó reacciones divididas entre los sectores políticos presentes. Mientras algunos apoyaron el llamado a mayor transparencia en el uso de los recursos públicos, otros advirtieron que este tipo de discursos pueden estigmatizar a los procesos organizativos indígenas que, históricamente, han luchado por la autonomía y el reconocimiento de sus derechos.
Los pueblos no solo deben exigir justicia, también deben vigilarla. En el Cauca, donde tantas veces se han reclamado derechos con dignidad y coraje, también es necesario levantar la voz para pedir transparencia. No basta con que lleguen recursos a nombre de nuestras comunidades, debemos asegurarnos de que lleguen a las manos correctas y se traduzcan en salud, educación y bienestar para los niños, mujeres y mayores que aún esperan una vida mejor.
Que este debate no nos divida como caucanos, sino que nos una en una causa superior: la defensa del bien común, la dignidad de los pueblos y la vigilancia ciudadana sobre el uso de cada peso que se invierte en nuestro territorio.
El verdadero cambio no lo trae un discurso, sino la conciencia activa de una sociedad que ya no tolera ni la corrupción de cuello blanco, ni la impunidad de quienes se escudan en causas nobles para cometer abusos