¿Juicio a la Violencia del Pasado?
El Busto Arrastrado de Popayán y la Lucha por la Memoria en Colombia. Por: André Maíz Kapie Sek -La Performance que Desacralizó la Historia-
El reciente performance artístico en Popayán, en el MARCO DEL SALON NACIONAL DE ARTISTAS que culminó con el arrastre del busto en bronce del expresidente Guillermo León Valencia (1962-1966), como una acción performática en el marco del Juicio Espiritual y de Memoria de los pueblos ha sido instrumentalizado por vecinos y nietos del expresidente beodo, cazador de patos y de indios como un arma política.
Desde la oposición, se ha intentado vincular éste acto de "juicio espiritual y de memoria" con el proceso judicial que ahora enfrenta el expresidente Álvaro Uribe Vélez por las masacres del Aro y la Granja, calificándolo como una persecución política alimentada por un "discurso de odio" emanado del sector oficialista.
Esta interpretación, sin embargo, comete un doble error: confunde la crítica cultural con el ataque político y desvía la atención del verdadero debate por parte de la senadora Paloma Valencia La Serna:
la pugna por la memoria histórica en el espacio público
.
Memoria vs. Historia: Desmontando el Monumento al Poder.
El arte no busca sustituir a la justicia, sino interrogar a la historia. La acción del arrastre no es un "juicio penal" a Guillermo León Valencia, llamado el Carnicero por la crueldad con la que arremetió contra las mujeres, las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes del sur del país en su gobierno, al cual los sectores reaccionarios afines en claro respaldo a su política de tierra arrasada lo denominaron; el "presidente de la paz", sino, que es la acción performática en sí misma un juicio simbólico al legado de la clase política tradicional conservadora y terrateniente que figuras como Valencia Muñoz y su familia representan para la región y el país hace dos siglos.
El busto en la plaza es un dispositivo de poder; materializa la Historia Oficial que glorifica a las élites criollas. La iconoclasia simbólica del performance es la respuesta de la Memoria Colectiva Disidente.
Al arrastrar el símbolo, se le quita su aura de intocabilidad, proclamando que la historia de los "héroes" está sujeta al escrutinio y la resignificación del presente. El acto es un intento de descolonizar el espacio público, señalando que las estructuras de poder que criticamos hoy tienen raíces en esos legados históricos.
Iconoclasia: Un Lenguaje Artístico Latinoamericano.
El acto de Popayán no es un capricho aislado, sino que se inscribe en una tradición continental de intervención y cuestionamiento a los símbolos de poder .
Precedentes Regionales: Desde las protestas en el Estallido Social de Chile (donde la estatua del General Baquedano fue sistemáticamente atacada para cuestionar el legado militarista) hasta las movilizaciones populares, indígenas y campesinas en Colombia que derribaron a Sebastián de Belalcázar, a Julio Arboleda, Francisco de Paula Santander y Guillermo León Valencia, la iconoclasia simbólica se ha consolidado como un poderoso lenguaje de protesta. En todos estos casos, la destrucción simbólica es un llamado a la justicia histórica, más que un acto de vandalismo aleatorio.
El Performance como Crítica:
El arrastre del busto utiliza el choque visual y dramático para obligar a la sociedad a confrontar el pasado. El "juicio" es una metáfora dramática que enjuicia la narrativa, no al individuo con un código legal.
La Falacia del Anacronismo
Quienes critican el acto como anacrónico —alegando que se juzga un pasado con los valores del presente— están utilizando una táctica para defender la impunidad histórica. Ésa de la que gozaba Guillermo León Valencia Muñoz.
La historia no avanza en compartimentos estáticos.




La crítica del arte no se dirige al hombre de 1965, sino al legado institucional, político, económico, cultural y social que ha sobrevivido y que sigue impactando el presente. La prueba está en el legado histórico, espiritual, cultural, político y ético de Manuel Quintín Lame Chantre y José Gonzalo Sánchez Chantre en pleno siglo 21.
El performance no es un error cronológico, sino una declaración política de que las injusticias históricas no son "pasado"; son causas activas. Al arrastrar el busto, el artista y la comunidad participe convierte esa figura de bronce en un "presente activo" que debe rendir cuentas a los valores de justicia social exigidos hoy.
Conclusión: Justicia en el Tribunal, Debate en la Plaza.
La instrumentalización política del incidente por parte de sus nietos candidatos, busca desviar el debate de fondo: el juicio al expresidente Uribe se llevó a cabo en los tribunales, con pruebas y abogados, no con bustos en la calle.
Intentar equiparar el juicio penal (ámbito de la justicia legal) con el juicio simbólico (ámbito del arte y la memoria) es una estrategia que solo sirve para exacerbar la polarización y protegerse de la narrativa histórica que el performance justamente busca interrogar.
El verdadero debate debe centrarse en la legitimidad de las élites históricas representada por Guillermo León Valencia, y no en la defensa de un busto de bronce.
Señalar al artista de terrorista, es parte de un viejo libreto que desde los púlpitos en plena violencia política monseñor Ortega Builes impartía;
"Calumniad, Calumniad, Calumniad. Calumniad que de la Calumnia algo queda".
Panfletos digitales afines a los sectores reaccionarios utilizan por éstos días la calumnia para desatar ahí sí el odio, éste sí capaz de poner en riesgo la vida, integridad y libertad de las comunidades, artistas, gestores y cultores que sobre un trabajo de investigación histórico y desde la memoria colectiva, han puesto un debate necesario: cuestionar los falsos héroes, en especial cuando su legado en pleno siglo 21 es la violencia, ésa misma que mediante bombardeos a través del servilismo colonial hacia los EEUU que tanto les gusta a ésa clase representada en un trozo de bronce.
ANDRÉ MAÍZ KAPIE SEK
PERSONA DEFENSORA DE DERECHOS HUMANOS - GESTXR CULTURAL - PORTADXR DE TRADICIÓN
COMUNERX INDÍGENA
DIRECTORE DE LA ESCUELA DE ARTE/ ARTESANIA POPULAR; "PLUTARCO ELIAS RAMIREZ "EL CATIRE".